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“Hasta hoy la práctica más usual y efectiva para aprovechar la vulnerabilidad de la ciudadanía es en el ciberespacio”, advirtió Miguel Ángel Gaspar, de Paraguay Ciberseguro.
Señaló que se trata de una ingeniería social que aprovecha desconocimiento, miedo, necesidad de las personas para poder acceder a usuarios y contraseñas. Se roban cuentas de redes sociales, generalmente.
“No se debe pensar en ‘yo no soy nadie’, ‘a nadie le importan mis datos’, porque todos los datos son utilizables. Hay que cuidarse siempre”, recalcó Gaspar.
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De acuerdo a la información obtenida, estos “ciberdelincuentes” se encargan de obtener la mayor cantidad de datos posibles, roban las cuentas y se valen de la necesidad de uno para ofrecer devolver la cuenta mediante la extorsión, piden dinero, tanto a la víctima como a los contactos.
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Creció el robo de identidad durante la pandemia
Gaspar señaló que durante la pandemia, la “suplantación de identidad” creció en un 600%, teniendo en cuenta la necesidad que se instaló en la ciudadanía durante ese momento.
“Es muy bueno que la gente de la SET se anime hablar de suplantación de identidad. Con esto confirman y reconocen que existen grupos que se dedican a crear empresas falsas”, dijo.
El profesional también lamentó que en Paraguay no exista una ley de protección de datos personales e instó a los padres y tutores a proteger a los niños y adolescentes, a no dejarlos solos en redes sociales.
Gaspar recomendó a la ciudadanía evitar publicar datos personales y privados en las redes sociales, evitar compartir estos datos en WhatsApp, como fotos de la cédula de identidad. “Debe haber una autoregulación y la persona debe dejar de compartir toda su vida en redes sociales”, afirmó.
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Finalmente, sobre la situación de vulnerabilidad de los datos personales en Paraguay, sostuvo: “Más del 80% de los datos están en manos de empresas, intereses, gobiernos y potencias extranjeras”.