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En la fecha se llevó a cabo la segunda jornada del nuevo juicio oral y público en contra del sacerdote Silvestre Olmedo, imputado en el 2016 por acosar sexualmente a la joven Alexa Torres, quien era miembro de la pastoral juvenil de la parroquia San José de Limpio en ese entonces.
En diciembre de 2020 un Tribunal de Apelación anuló el primer juicio en el que el padre Silvestre Olmedo fue absuelto. El Tribunal de Sentencia estuvo conformado por los jueces Dina Marchuk, Hugo Segovia y Leticia de Gásperi. Esta última fue la única que votó a favor de una condena de dos años para el cura; sin embargo, los otros dos juristas decidieron absolverlo pese a que se demostró que Olmedo toqueteó los senos a la joven.
Hoy, uno de los primeros testigos en declarar ante el tribunal conformado por Juan Rocholl (presidente), Gladys Bernal y Fátima Rojas, miembros, fue el arzobispo de Asunción monseñor Edmundo Valenzuela, quien aseguró una vez más que la Iglesia hizo seguimiento del caso de acuerdo a lo establecido.
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Valenzuela dijo que de acuerdo al procedimiento con base en el derecho canónico la investigación tiene varias fases. La primera es la denuncia recepcionada por la Iglesia Católica y su posterior investigación, luego está la fase penal y finalmente dijo que el clero recién podrá pronunciarse y dictaminar una sanción contra el acusado una vez que culmine la fase penal, es decir, el juicio.
La iglesia envió a Silvestre Olmedo a un retiro
El arzobispo de Asunción agregó que ante el hecho el padre Silvestre Olmedo solo puede pedir una suspensión momentáneamente “hasta que se aclare el caso”. El expárroco de Limpio había sido enviado a un retiro espiritual para reparar el daño moral; al respecto, Valenzuela dijo que esa decisión fue una recomendación, no una sanción.
“No hacer de una piedrita una montaña”
Referente a la expresión “debemos cuidar no hacer de una piedrita una montaña”, dicha por Edmundo Valenzuela a la víctima de acoso, el mismo indicó que el contexto de lo manifestado se refirió a que existen ciertos “niveles” para calificar los hechos. En ocasión del primer juicio a Olmedo, esa frase causó una ola de repudio, especialmente desde los sectores que luchan por los derechos de las mujeres.
Abuso de menores, “gravísimo”; acoso sexual, de leve a grave
Por ejemplo, dijo que los abusos de menores dentro de la Iglesia Católica son calificados como crímenes porque “son gravísimos”, y respecto a los acosos sexuales o actos indecorosos, manifestó que pueden ser calificados como “leves, medianos y graves”.
El juicio proseguirá en los próximos días y tanto la defensa como la querella de Alexa esperan que, esta vez, el Tribunal de Sentencia no absuelva a Silvestre Olmedo.
Antecedentes
El hecho ocurrió en 2016 cuando la joven se desempeñaba como coordinadora de la Pastoral Juvenil de la iglesia. En su momento el padre Olmedo admitió haber manoseado a la mujer.
María José Durán, del Consultorio Jurídico Feminista, quien asesora a la víctima, está confiada en que en este nuevo juzgamiento se hará justicia en el caso. El primer tribunal sostuvo que “cualquiera puede venir tocar tu cuerpo una vez y no es importante porque no es reiterativo”, indicó.
Durán manifestó que el tribunal de Apelaciones dijo que “primero están los derechos internacionales que protegen los derechos de las mujeres. La resolución del tribunal de apelaciones sienta una buena jurisprudencia”, manifestó.