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Salemma explicó que el valor imponible de una importación por cada contenedor de 20 y 40 pies se obtiene del valor que figura en la factura de los productos, el seguro y el flete. Mencionó que el transporte de China a Asunción tenía un costo promedio US$ 4.000 y ahora ese monto ronda por los US$ 22.000, situación que “está distorsionando totalmente los costos y dispara el valor de los despachos”, afirmó.
Indicó que ese aumento del valor imponible implicó que aumente la recaudación de Aduanas, recientemente destacada por Fernández y el presidente de la República, Mario Abdo Benítez. “Nos significa que estamos importando más, al contrario”, dijo.
Teniendo en cuenta este contexto de los costos para el arribo de productos del extranjero al país, el gremio solicitó a la Dirección Nacional de Aduana (DNA), cuyo titular es Julio Fernández, considere el año 2019 para aliviar el impacto al precio final del consumidor. “Esto que está sucediendo con los costos de los fletes de contenedores es una cuestión coyuntural, tiene que volver a su punto normal”, explicó. Señaló que entre las causas está el bajo nivel de los ríos Paraguay y Paraná que impiden la normal navegación de los barcos que importan las mercaderías.
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El gremio realizó el pedido por escrito a Fernández y expuso los motivos.
“Los importadores venimos afrontando situaciones extremas de recesión económica a lo que se sumó la pandemia, que puso en jaque a todos los actores mundiales en los distintos ámbitos. No estamos ajenos a enfrentar el desafío que ha implicado, y se suma la sequía, no vivida hace más de 60 años, por ende, acarreamos graves problemas de logística y los fletes alevosamente aumentan sus precios hasta tres o cuatro veces más de lo establecido anteriormente, situaciones que irremediablemente inciden en los precios de productos que provienen de diversos destinos”, afirma en el citado documento.
Agrega que este panorama pone en riesgo la importación, ya que la coyuntura obligó a varios socios a disminuir su volumen de importaciones, razón por la que se realizó el pedido concreto de utilizar el valor imponible de los despachos del 2019 temporalmente ante el “inmisericorde y exagerado aumento que atenta en el comercio internacional, creando inclusive una gran inflación y círculo vicioso que podrá impactar indefectiblemente en nuestra economía y en la fuerte disminución de fuentes de trabajo”, sostiene.