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Luego del atentado ocurrido en Pedro Juan Caballero, que fue la gota que colmó el vaso dentro de la situación de violencia que, de hecho, se vive permanentemente en aquella ciudad del departamento de Amambay, el ministro del Interior tomó acciones para ponerle fin a las muertes.
Una de las primeras acciones estratégicas fue comenzar a trasladar a efectivos policiales de sus zonas de influencia o de comodidad y llevarlos a otras áreas, de manera a generar desarraigo y que pierdan los vínculos con el crimen organizado, dándole así un corte a la corrupción policial.
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Policía debe cumplir órdenes
Sobre estas acciones para ponerle un estate quieto a la inseguridad, la violencia y las muertes que se producen debido al crimen transnacional conversó el ministro del Interior, Arnaldo Giuzzio, este viernes por la mañana con ABC Cardinal.
Criticó el hecho de que, apenas anunció que harían traslados masivos de uniformados, los familiares de los policías organizaron manifestaciones para evitar que se muden. Sobre esto, el titular de la cartera de Interior recordó que la Policía es una institución no deliberante que debe cumplir con las órdenes.
“Creemos que este será un elemento que permitirá actuar a quienes hoy están ocupando cabezas en el área de investigación. Pedí un informe pormenorizado de un personal técnico de lo que está pasando en Pedro Juan Caballero. El personal informó su gestión al gobernador y al intendente de la ciudad. Ahora, los jefes de Policía encabezarán un operativo y abrieron una mesa de crisis en el lugar de los hechos, con una cantidad importante de personal policial”, relató Giuzzio, describiendo las primeras acciones que está llevando a cabo para combatir a la violencia de frontera.
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Cortar vínculos de complicidad policial
Consideró que en la medida en que se tenga presencia policial en la zona irá menguando la complicidad policial, aunque tampoco negó que la cartera a su cargo es responsable de la corrupción dentro de las fuerzas públicas, “una realidad lacerante a ojos vista”, admitió.
La estrategia de desarraigo se pondrá en marcha con el traslado de al menos 100 agentes policiales -solo para empezar- que serán reasignados a fin de prestar servicios en otras zonas del país.
Ahora, mencionó Giuzzio, está analizando junto con miembros de la administración de Policía y el Ministerio de Hacienda cuánto dinero significará ese traslado.
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Cambios serán constantes
El ministro aclaró que los cambios serán permanentes y que quienes se trasladen al Amambay permanecerán solo dos o tres meses y luego se les dará otro destino. Esto les impedirá establecerse y formar nuevos vínculos con criminales.
Controles se deben mantener en el tiempo
En otro punto, el titular de Interior señaló como clave mantener en el tiempo la operación de control diferenciado por parte de nuestras fuerzas.
“Al menos una semana o 15 días estará la Policía manejando este operativo, luego serán incorporadas otras fuerzas, a las que convocamos. Entre todos podremos mantener este trabajo en el tiempo; la clave contra la criminalidad organizada transnacional es la coordinación entre fuerzas”, sostuvo el secretario de la cartera de Interior.
Urge comando bipartito
Finalmente, anunció que se reunió con el embajador de Brasil, con la intención de activar ya el comando bipartito entre nuestras naciones en la zona de frontera.
“Será fundamental que, así como un criminal tan rápidamente se mueve de un país a otro por la frontera, también las fuerzas del orden puedan hacerlo sin esa barrera de las fronteras”, fundamentó el ministro.