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Recién anoche trascendió que la jueza Penal de Ejecución, a través del A.I. N° 2144 de fecha 13 de octubre del presente año, resolvió declarar extinguida la pena en el proceso caratulado como “Gabriela Quintana Venialgo y otros sobre cobro indebido de honorarios y estafa”.
Quintana había sido hallada culpable de los hechos punibles mencionados, por lo que fue condenada a un año y seis meses de pena privativa de libertad, con suspensión a prueba de la ejecución de la condena por el plazo de dos años. Sin embargo, a cambio de dicha sanción el Juzgado le impuso ciertas pautas que debía cumplir.
Así, Quintana tenía que devolver íntegramente la remuneración que percibió de la Itaipú Binacional de forma irregular, es decir, los G. 71.683.460 que cobró como salario en el periodo en que también percibía sueldo como funcionaria de la Cámara de Diputados, y los G. 34.579.994 que percibió en concepto de compensación por su desvinculación de uno de esos organismos.
Por otro lado, la “niñera de oro” también tenía que donar G. 2 millones mensualmente a la Cruz Roja por el plazo de su condena.
Según el documento judicial, Quintana cumplió íntegramente tanto con la devolución del dinero a Itaipú como a la Cámara de Diputados e igualmente con la donación de dinero a la Cruz Roja, el 5 de julio de 2021, cuyos comprobantes fueron remitidos todos al Juzgado. Es ante este hecho que ahora la jueza Penal de Ejecución resolvió extinguir la pena para Gabriela Quintana.
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De chicana en chicana
Por esta misma causa, el exsenador colorado Víctor Bogado también fue condenado a 1 año de cárcel, pero en calidad de cómplice y con la pena suspendida a cambio de que done G. 20 millones mensuales a entidades de beneficencia.
Y a poco más de dos años y seis meses de que haya sido condenado, Víctor Bogado sigue planteando chicanas para evadir el pago de G. 480 millones a 10 entidades de beneficencia por el caso de su “niñera de oro”, Gabriela Quintana, quien en un mismo periodo figuraba como funcionaria de la Cámara de Diputados y de la Itaipú Binacional, donde ingresó a pedido del propio Bogado.
Mientras que dicha “niñera” ya cumplió con su pena, el excongresista sigue resistiéndose con la presentación de incidentes.