Estos son los principales casos de presos vip descubiertos en Paraguay

El allanamiento de la celda vip del narcotraficante Faustino Ramón Aguayo Cabañas (44) no deja de sorprender, sobre todo por el hecho de que hasta vivía con su pareja y con todos los lujos. Sin embargo, históricamente, cambian los inquilinos y arrendatarios, pero nunca es esquema. Jarvis Chimenes Pavaõ, por ejemplo, llegó a tener incluso una sala de reuniones; Ronaldinho Gaucho disputó un torneo de piki vóley; Marcelo “Piloto” llegó a ingresar a una joven para asesinarla y en San Pedro de Ycuamandyjú operaba ya no un celda, sino una “granja vip”. En esta nota, un recuento de los presos previlegiados que tuvo y tienen las cárceles paraguayas.

Desde Cucho a Ronaldinho, varios fueron hasta ahora inquilinos de las celdas vip.
Desde Cucho a Ronaldinho, varios fueron hasta ahora inquilinos de las celdas vip.ABC Color

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No es casualidad que Faustino Ramón Aguayo Cabañas, ahora sindicado como presunto mandante del asesinato de cuatro jóvenes en Pedro Juan Caballero, entre ellos la hija del gobernador Roland Acevedo, haya podido “elegir” su lugar de reclusión, ya que el destino normalmente ya está determinado para que puedan tener sus lujos.

Ya sea en Pedro Juan Caballero o en Tacumbú, las celdas vip comparten algunas características en común. Obviamente todos los lujos que el inquilino se pueda costear, pero lo básico es un buen sommier, aire acondicionado, televisión con canales de cable y un frigobar bien surtido. Tampoco puede faltar algún toque religioso, ya sea un cuadro con una cita bíblica o alguna imagen religiosa. Fuera de eso, los límites los pone la excentricidad del reo.

En el caso de Jarvis Chimenes Pavaõ, ex líder del Primer Comando da Capital (PCC) en nuestro país y que extraditado al Brasil para cumplir penas por narcotráfico, llegó a tener hasta tres ambientes en el Penal de Tacumbú.

En julio de 2016 se “descubrió” que tenía prácticamente un exclusivo “pabellón” encima de la oficina del entonces director penitenciario Luis Villagra.

Sala de reuniones que montó Jarvis Chimenes Pavao en Tacumbú.
Sala de reuniones que montó Jarvis Chimenes Pavao en Tacumbú.

En su celda vip principal, Pavaõ tenía su habitación con todos lujos básicos descriptos al inicio, pero también una colección de balones de fútbol y básquet autografiados, así como una guitarra también estampada con la firma de una artista.

Demás está decir que el refrigerador estaba lleno de las mejores comidas y bebidas -obviamente varias de ellas con alcohol-, mientras que las paredes y pisos estaban revestidos con el mejor material, más propio de una suite de lujo que de un penal de reclusión.

Aledaño tenía una sala de juntas, de vuelta con televisor, una mesa larga central y la mejor decoración. También un estante con remedios de todo tipo con la inscripción de la Iglesia Adventista del Séptimo Día, mientras que en las paredes, los cuadros recordaban algunos extractos bíblicos que vaya a saber uno si eran tenidos en cuentas por los que se reunían en el sitio.

Finalmente también tenía una tercera habitación, un tanto más modesta, con una cama de dos plazas, acondicionador de aire y poco más, tal vez para su escoltas o alguna visita casual.

Otros inquilinos de esa misma celda vip

No solo narcotraficantes han llegado a poder costear esos lujos. El extitular del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert), Justo Cárdenas, condenado por enriquecimiento ilícito, también llegó a ocupar momentáneamente dicha celda, durante su no muy prolongada estadía en Tacumbú.

Luego de la extradición de Pavaõ, esa celda vip también la ocupó Sergio Lima Dos Santos, el asesino condenado por la muerte de Jorge Rafaat Toumani, quien durante años fue considerado patrón de la frontera. Rafaat fue acribillado con una ametralladora antiaérea disparada desde la parte trasera de una camioneta por Dos Santos.

De esta manera, Lima Dos Santos se convirtió en uno de los sicarios más importantes, y ese estatus le permitió gozar de casi los mismos lujos que Pavaõ, hasta que fue reubicado en la Agrupación Especializada.

El espacio propio de “Cucho” Cabaña

Como la celda de Pavaõ ya había acumulado mala imagen, el acusado por narcotráfico que cumple prisión preventiva en Tacumbú, Reinaldo Javier “Cucho” Cabaña tuvo que construir una nueva celda en otra zona del penal.

Reinaldo Javier Cabaña Santacruz, alias Cucho, camina sonriente dentro de la celda vip, durante la verificación. Detrás, Joaquín González, director de Establecimientos  Penitenciarios.
Reinaldo Javier Cabaña Santacruz, alias Cucho, camina sonriente dentro de la celda vip, durante la verificación. Detrás, Joaquín González, director de Establecimientos Penitenciarios.

En octubre de 2019, una vez más “se descubrió” que Cucho -coacusado junto con del diputado Ulises Quintana-, gozaba de todos los lujos durante su estadía en el penal y tenía como vecino de cuarto a su “secretario”, donde los menos afortunados duermen en el suelo de los pasillos.

En su caso, tenía colgado en la cabecera de su cama un rosario, y en la pared una imqgen del Che Guevara, el icónico guerrillero defensor de la ideología de izquierda, que contrastaba bastante con las riquezas que había en la celda.

Agrupación Especializada, donde hasta se permitió un homicidio

La Agrupación Especializada formalmente es un cuartel policial, pero que desde hace varios años también opera como lugar de reclusión. Por ahí han pasado desde celebridades como el exjugador de fútbol, Ronaldo de Assis Moreira, “Ronaldinho Gaucho”, hasta políticos sumamente conocidos como el exsenador Óscar González Daher y el diputado Miguel Cuevas.

En el caso de Ronaldinho, sus fanáticos y amigos en general le llevaban la comida. Si bien durante su estadía se mantuvo mayor tiempo en su celda, en el último tramo llegó a compartir algunos partidos de piki vóley, demostrando aún destellos de la habilidad que lo hizo brillar en los estadios más importantes de Europa.

En el caso de González Daher y Miguel Cuevas, sus pasatiempos eran un tanto más mundanos. Al exsenador luqueño, por ejemplo, se lo llegó a fotografíar distrayéndose con el celular, un beneficio que no tiene los reos comunes en otros penales. En el sitio no existen celdas, sino habitaciones u oficinas readecuadas.

Óscar González Daher usando, de forma ilegal, un teléfono en la Agrupación Especializada.
Óscar González Daher usando, de forma ilegal, un teléfono en la Agrupación Especializada.

Incluso el líder del autodenominado Ejército del Pueblo Paraguayo (EPP), Alcides Oviedo Brítez tenía su propia celda vip en la Agrupación Especializada.

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Sin embargo, el caso extremo de las libertades que puede gozar un interno en el cuartel policial fue el de Marcelo Fernando Pinheiro Veiga, alias “Marcelo Piloto”. El mismo, buscando frenar su inminente extradición al Brasil, citó a la joven Lidia Meza, a la que asesinó con un cuchillo, sin ningún control de los responsables del lugar.

La granja vip

Uno de los casos más alevosos de privilegios para internos se registró en el Penal de San Pedro del Ycuamandyyú. Mientras dentro del reclusorio se producía una de las peores masacres, en una riña entre internos del Clan Rotela y el Primer Comando da Capital (PCC), incluso dejando como saldo personas decapitadas, en una granja aledaña, un grupo de internos privilegiados ni se inmutaba por lo ocurrido.

Con la connivencia del juez de ejecución de San Pedro, Néstor Arévalos, y el entonces director del Penal, Wilfrido Quintana, un grupo de internos vivía en condición de cuasi libertad. Pudiendo incluso convivir con sus parejas, y la vida ahí era tan buena, que ni siquiera pensaban en escapar, ya que contaba con nulo control de guardiacárceles.

No solo cuesta el lujo; también la protección

Durante todos estos años, quedó demostrado que no solo los lujos cuestan en las penitenciarías. También la protección es algo que cuesta y caro, y como todo bien preciado, tendría su precio. Y el ser inquilino, tampoco garantiza lo primero.

El caso de Ángel Tranquilino Giménez, un interno que llegó a ocupar la Granja Vip, es un claro ejemplo de ello. Luego de que se descubrieran los privilegios que gozaban en San Pedro del Ycuamandyyú, solicitó su traslado a Ciudad del Este, “para estar más cerca de su familia”.

Esto no duró mucho, ya que fue asesinado en su celda, en circunstancias que nunca quedaron claras. Eso sí, con su muerte saltaron varios mensajes de textos y cartas que salpicaron a autoridades penitenciarias, pero finalmente todo quedó en el “oparei” (en la nada, en idioma guaraní), aunque nunca se pudo despejar del todo la sospecha de que el asesianto de Giménez haya podido ser una “quema de archivo”.

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