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PEDRO JUAN CABALLERO (Iván Leguizamón, Javier Cabañas y Rodrigo Estela, enviados especiales; Gilberto Ruiz Díaz, corresponsal). El gobernador de Amambay, Ronald Acevedo, de 44 años, recibió ayer en su residencia al equipo de ABC y, aunque se lo notaba aún muy dolido, explicó la relación que tenía su hija Haylee Carolina Acevedo Yunis, de 20 años, con el supuesto narcotraficante local Osmar Vicente Álvarez Grance, de 29 años, alias Bebeto, quien aparentemente era el único objetivo de los sicarios que mataron a ambos y a la vez a otras dos chicas, las brasileñas Kaline Reinoso de Oliveira, de 21 años, y Rhannye Jamily Borges de Oliveira, de 19 años.
“Estamos en el aire aún. Ahora gente inocente está muriendo. Anteriormente se respetaba el código de la mafia. Ahora reparten balas, ráfagas de ametralladoras, fusiles, A mi hija le tiraron 100 tiros”, se lamentó Acevedo.
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“Este es el Pedro Juan que tenemos ahora. Gente inocente que tal vez estaba con la persona equivocada”, prosiguió.
“Ahora me tocó a mí. A cualquiera le puede pasar. No hay un plan de seguridad que digamos para enfrentar a eso. La Policía no tiene condiciones. Ayer estuvo el viceministro, aceptó la realidad. Que estamos perdiendo esta lucha contra el crimen organizado”, continuó con su descargo el gobernador.
Ronald Acevedo denunció igualmente que “nuestra Policía no está en condiciones. Cuando ocurren los hechos, nos envían todos los personales de la capital, pero se enfrían las cosas y se van de vuelta”.
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El político liberal resaltó que la Policía local no tiene siquiera equipamiento suficiente para enfrentar al crimen organizado. “Estamos perdiendo. A esta gente no le vamos a enfrentar siendo buenitos. El Estado tiene que enfrentarle a ellos, pero eso no se hace”.
Esa fatídica madrugada
Ronald Acevedo rememoró la fatídica madrugada del sábado último, cuando fueron asesinados su hija, el supuesto novio de esta y las dos amigas brasileñas. “Ella cenó con nosotros a las 22:30 (del viernes) y después se fue a un surtidor y volvió a las 01:30 (del sábado). Pero volvió a salir a las 02:40. Hay que ver su celular, quién le llamó. Cuando nos avisaron, era ya en otra parte donde ella estaba (tirada en suelo, muerta).
Acevedo remarcó que su hija era estudiante del cuarto año de Medicina.
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Sobre Bebeto
En cuanto a su supuesto yerno, Osmar Álvarez, alias Bebeto, el gobernador de Amambay reconoció que “la parte de sus antecedentes no sabemos, pero sí hay comentarios. Nosotros nos dimos cuenta de quién era y qué hacía”.
“Novios no eran. Yo no le iba a permitir. Pero sí sabíamos que el tipo frecuentaba el grupo de sus amigas. Estos tipos buscan mujeres lindas. Nosotros le llegamos a decir, pero ella nos dijo que él era un amigo nomás”, recordó Ronald Acevedo sobre la relación de su hija Haylee con el tal Bebeto.
Al ser consultado si asumen que Haylee murió por culpa de Bebeto, el gobernador respondió que “todo indica que sí, el único objetivo era él, mi hija estuvo en el lugar errado y con la persona errada”.
El principio del fin
Para el gobernador de Amambay, la violencia se consolidó en la región a partir de la muerte del último gran capo que tuvo la frontera, Jorge Rafaat Toumani, eliminado en un atentado sin precedentes el 15 de junio de 2016.
“Con la muerte de Rafaat; ahí empezó a descontrolarse todo”, aseguró. Para Acevedo, Rafaat al menos ponía orden en la frontera. Efectivamente, desde la muerte del capo, nadie más pudo asentarse definitivamente como jefe del hampa fronteriza.
“La mafia existe en todo el mundo. Pero en otros países, al menos hay un control. Después que se le mató a Rafaat vinieron otros jefes de otros lugares. Acá hay una lucha de poder. Sube uno y detrás de ese su secretario ya le está serruchando la silla y quiere subir de jefe”, describió el gobernador liberal.
Por último, dijo que el crimen organizado es como una empresa y que funciona como tal.
“El propio viceministro está de manos arriba. Él mismo me pidió disculpas. Reconoció el error”, reveló sobre la visita que recibió de parte del viceministro de Seguridad Interna, Pablo René Ríos.
“Nos decidimos a tener mano dura, enfrentarles a ellos, o nos vamos todos. Ahora estamos derrotados. Nosotros ya estamos perdidos. Hoy me tocó a mí”, sentenció Ronald Acevedo.