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Los camaristas Gustavo Ocampos, Arnaldo Fleitas y Pedro Mayor Martínez confirmaron la sentencia dictada el 24 de agosto pasado, mediante la cual el juez penal de garantías hizo lugar a la extradición del ciudadano mexicano a los Estados Unidos.
El exhorto enviado por la Corte Distrital de los Estados Unidos, distrito de Connecticut, precisa que Ronier Sánchez Alonso está procesado por la supuesta “conspiración para poseer con la intención de distribuir cinco kilogramos de cocaína o más a bordo de un avión registrado en los Estados Unidos”.
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“Un fallo arbitrario”
La sentencia fue apelada por el abogado Hugo López, quien sostuvo que se trataba de un fallo arbitrario debido a que el magistrado no explica cuáles son los elementos que permiten presumir la vinculación de su defendido con los hechos ilícitos referidos ni cuáles son los efectos causados por su conducta, entre otros cuestionamientos.
“En el procedimiento de extradición se debe observar si en la documentación arrimada por el Estado requirente, al Estado requerido, y que se acompañan al requerimiento o exhorto de extradición, reúnen los requisitos establecidos en el tratado de extradición que rige entre ambos países, sin entrar a analizar lo atinente a la existencia del hecho, la autoría, como los méritos de la sanción que pueda imponerse”, explica el Dr. Gustavo Ocampos.
Ronier Sánchez Alonso fue detenido el 25 de marzo pasado, durante el allanamiento de una residencia del barrio Mburucuyá de la capital.
Según los investigadores, el extranjero -quien contaba con una orden de captura pendiente con notificación “roja” en Interpol, con fines de extradición a los Estados Unidos- ingresó al país el lunes 22 del mismo mes a través del aeropuerto internacional “Silvio Pettirossi” en un vuelo procedente de Brasil. Para el efecto, se hizo pasar por otra persona y utilizó un pasaporte de contenido falso.
De acuerdo a las fuentes de la Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), Ronier Sánchez Alonso era objeto de varias investigaciones en los Estados Unidos, en donde se le atribuyen cargos de conspiración y tráfico internacional de drogas vía aérea.
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El transporte de estupefacientes lo hacía desde zonas de producción de cocaína en América del Sur hasta centros de redistribución en Centroamérica y el Caribe, controlados por cárteles mexicanos y colombianos.
Utilizaba jets, no avionetas, según un testigo
“Él no traficaba en avionetas como en nuestra región, sino que utilizaba aviones tipo jet que le permitían transportar entre 1.500 y 2.000 kilos por vuelo. Sacaba la cocaína desde países como Colombia, Ecuador, Bolivia o Perú”, explicó el informante.
Según informaciones de inteligencia, el piloto mexicano se encontraba prófugo y oculto en Brasil desde el año 2016, después de realizar un aterrizaje forzoso en Venezuela a bordo de una aeronave tipo jet matriculada en los Estados Unidos. La aeronave era utilizada para transportar aproximadamente dos toneladas de cocaína al país norteamericano.
De acuerdo a las informaciones surgidas durante el trabajo de inteligencia, la presencia de Ronier Sánchez Alonso en nuestro país sería con intenciones de comprar una aeronave tipo jet, la cual presumiblemente sería utilizada en el futuro para actividades ilícitas.