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En la década de los ‘80, la población tuvo un éxodo importante de sus pobladores, que -cansados de las constantes inundaciones con cada crecida del río Paraguay- migraron hacia otras regiones del país, al punto de que en el año 1987, la población de Fuerte Olimpo no superaba los 2.000 habitantes.
Con la construcción del muro de tierra que rodea a la comunidad y la protege de estas inundaciones cíclicas, construido en 1994, la población de nuevo comienza a experimentar un notable crecimiento y en estos momentos se cuenta con más de 6.000 habitantes.
Muchas de estas familias que se asentaron en la comunidad provienen de poblaciones cercanas al distrito y también algunos antiguos pobladores que decidieron regresar a su terruño. La población, asentada en un radio aproximado de 3.000 metros a la redonda, está rodeada por el muro de tierra, como una especie de palangana, que la protege de eventuales inundaciones.
El acelerado crecimiento poblacional que se da hizo que numerosas familias se instalaran en zonas bajas, algunas inclusive en sitios donde se escurre el agua en días de precipitaciones, ante la falta de previsión de las autoridades municipales. A esto también se le agrega la falta de planificación de los sucesivos gobiernos departamentales, que se encargaron de cementar las principales calles de la comunidad pero se olvidaron de construir los sistemas de desagües.
A consecuencia de esta problemática de crecimiento urbanístico desorganizado, con cada lluvia de grandes volúmenes, numerosas viviendas de los barrios quedan inundadas.
Otra problemática a ser resuelta es la falta de tratamiento de las basuras: se carece de un sistema de recolección de residuos domiciliarios, como también de un vertedero municipal que reúna las exigencias sanitarias y ambientales.
La ciudad necesita expandirse fuera del muro, atendiendo el crecimiento poblacional que se experimenta, por lo que las nuevas autoridades municipales deben encargarse de realizar una nueva planificación en base a un diseño urbanístico inmobiliario.
De hecho, ya se puede notar la construcción de algunas viviendas en las afueras del muro e inclusive lo que será el nuevo hospital regional de la comunidad, que se está realizando a unos 500 metros de la población.
Este crecimiento continuará, atendiendo sobre todo el desarrollo que se está dando en esta región chaqueña, como ser la construcción de la nueva ruta bioceánica y próximamente el puente internacional que unirá a nuestro país con Brasil. Además, la ganadería, puntal de la economía en el departamento, experimenta un acelerado crecimiento.
El desafío para las nuevas autoridades municipales que resulten electas en los comicios de este domingo deberá ser buscar organizar este crecimiento urbanístico de la capital departamental del Alto Paraguay.