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En los nueve primeros meses de 2020, de acuerdo con esos registros, la hidroeléctrica paraguayo/brasileña generó 57.372 GWh (1 GWh = 1000 MWh), en tanto que en similar período de este año solo alcanzó 48.407 GWh, por consiguiente, la merma fue de 8.965.000 MWh, casi la mitad de la energía que demandó el sistema interconectado que administra la ANDE en el ejercicio precedente o la que produciría, en condiciones óptimas, la central Acaray.
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En lo concerniente a la tasa de aprovechamiento del mercado nacional de la producción de Itaipú, al sumar los registros mensuales que publica la binacional se puede saber que en los primeros nueve meses de 2020 llegó 11.794 GWh, en tanto este año, en el mismo lapso, bajó a 11.323 GWh, o sea 471.000 MWh (3,99%) menos.
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Las oficinas paraguayas de divulgación de la entidad binacional informaban esta mañana que en setiembre último, Itaipú produjo 5.564 GWh, contra los 6.516 GWh del mismo mes 2020. al cotejar estas cantidades se concluye que la tendencia a la baja de la tasa de producción de la gran central continuó, pese al mejoramiento observado en agosto. En efecto, los registros de agosto de este año y agosto de 2020 revelan que la merma en la producción de Itaipú fue del 33%.
No habrá energía barata
Desde el 2016, la prensa, tanto paraguaya como brasileña, gracias a las explicaciones del entonces director general brasileño de Itaipú, Jorge Miguel Samek, saben que con la producción y colocación de 75.000 GWh, la gran central binacional cubre sus costos y que el resto, la que la usina generaba sobre ese techo, era una suerte de beneficio adicional para Eletrobras y la ANDE.
Por decisión de los órganos de administración de la binacional, la ANDE recibía una cuota cualitativamente inferior de esta energía que la que suministraban a Eletrobras. No obstante, conseguía reducir su cuenta con Itaipú al combinar ambas tarifas, la de la energía garantizada, que reflejaba el costo al que se refería Samek (US$ 44/MWh), y la de la adicional, casi simbólica, lo indispensable para cubrir algunos de los beneficios que establece el tratado, según justificaban (US$ 5/MWh).
Si en nueve meses, la central paraguayo/brasileña pudo generar solo 48.406 GWh, le quedan solo tres meses para generar los 26.594 GWh que necesita para alcanzar el techo de la energía garantizada, o sea 75.000 GWh, luego, sobre ese techo, la binacional deberá producir otros miles de MWh para que una partecita auxilie las finanzas de la empresa eléctrica paraguaya.
En fuentes privadas del sector Energía optaron ya, debido a la contundencia de los hechos, a descartar esa posibilidad. Luego debe esperarse un nuevo tarifazo, una radical poda de los planes de expansión de la ANDE, un incremento de la deuda con Itaipú, que hoy araña ya los US$ 100 millones, o un nuevo subsidio proveniente del PGN.
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