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Elvio Brizuela, director General de Empresas Públicas, admitió ayer que la planta de Troche está produciendo “por debajo de la capacidad nominal” y que la pérdida de la empresa es de alrededor de US$ 5 millones por año. Esto pese a que en la planta se realizó una inversión de al menos US$ 30 millones en los últimos 15 años, de los cuáles US$ 8 millones se “apostaron” durante este Gobierno.
Ahora la petrolera lanzó otra licitación para el montaje y puesta en marcha de una nueva línea de molienda de caña de azúcar en la planta industrial Mauricio José Troche (Guairá), cuya licitación está en curso y estaría direccionada a la conocida “superproveedora” Enginering, de Juan Andrés Campos Cervera.
En este sentido, Brizuela señaló que la licitación en curso se lanzó ad referéndum de la aprobación del presupuesto y que recién en la semana entrante se definirá si conviene o no realizar la millonaria inversión. “Se había presentado al Consejo (de Empresas Públicas), y se le dio varios deberes a Petropar. Esta semana se revisarán y tomarán la decisión sobre el proyecto”, expresó.
Esto significa que Petropar apuró la licitación, sin tener luz verde del Consejo de Empresas Públicas. Se le consultó al funcionario cuáles son los deberes que le dieron a Petropar en el marco del proyecto y señaló se le pidió a la empresa “un estudio de los procesos para definir la necesidad real de recursos humanos en la planta de Troche y, por otro lado, un plan de aumento de productividad de los cultivos de caña de azúcar, para ir “ajustando los precios de la materia prima sin sacrificar ingresos de los productores”.
Justamente, la planta de Troche tiene más de 400 empleados, mucho más de lo que necesita para poder funcionar. Es por ello que existe la histórica denuncia de que la planta alcoholera se utiliza como botín político o el pago de favores. La mayoría de los que ingresan por concurso de méritos o contratación directa son dirigentes colorados y sus recomendados, ya sean parientes o apoderados.
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Alega que “inversión” corregiría las pérdidas
Al mismo tiempo, Brizuela señaló que la planta de Troche empezó a producir en el año 1980, es decir, que ya sobrepasó los 40 años la estructura operativa. “Desde hace unos diez años se viene haciendo inversiones varias sin lograr llegar a la capacidad nominal. Nos explicaron que las últimas inversiones sirvieron para sostener la operación, sin las mismas la planta estaría parada”, indicó.
Indicó que la planta trabaja a pérdida por varias razones y que “eso se quiere corregir”. “Primero para que Petropar tenga una producción más competitiva de alcohol y por otro lado ser receptora de la producción de la zona, que con el cierre de las plantas Villarrica e Iturbe sus opciones de colocación son muy bajas”, aseveró.
Al mismo tiempo, dijo que el estudio de factibilidad de la nueva línea de molienda plantea “dejar de perder” e inclusive “un tiempo de recuperación prudente de la inversión”. “Estamos en esos análisis”, expresó.
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Este Gobierno ya invirtió US$ 8 millones
El Gobierno de Mario Abdo Benítez ya inyectó US$ 8 millones en la “modernización” de la planta de Troche, con la que pretendían procesar 2.800 toneladas de caña por día, pero esto no se logró. Esta inversión se gestionó a través del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), cuando Patricia Samudio estaba frente a la institución, evadiendo la ley 2051 de Contrataciones Públicas.
El titular de la estatal, Denis Lichi, dijo que estas inversiones se realizaron para el mantenimiento de la planta y agregó que ahora se invertirá en máquinas nuevas.
La historia de las inversiones de Petropar en su planta alcoholera de Mauricio José Troche está llena de obras mal encaradas o no ejecutadas. En los últimos 15 años se invirtieron al menos US$ 30 millones en la planta. Las compras siempre han sido para aumentar la molienda de caña a 3.500 toneladas (capacidad instalada), pero nunca llegó siquiera a las 2.000 toneladas.
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“Se olvidan” de antecedentes de Engineering
Pese a los “oscuros” antecedentes de Engineering en los contratos que le adjudicó anteriormente Petropar, la estatal ahora le solicitó un presupuesto para la nueva línea de molienda, cuya licitación está en curso. Recientemente, la firma incumplió con sus contratos y también presentó datos falsos respecto a los productos que vendió Petropar, según Contrataciones Públicas.
En el pasado, existe además una larga lista de “obras” ejecutadas por la “superproveedora” en la planta alcoholera de Petropar en Troche (Guairá) y que hoy no funcionan, mientras que otras instalaciones directamente jamás se activaron, según los archivos de este diario.
Por ejemplo, la empresa resultó ampliamente beneficiada por la administración de Sergio Escobar, titular de Petropar y funcionario “consentido” del entonces presidente de la República, Federico Franco (2012-2013). Entre las obras de Engineering SA en Troche está la torre de enfriamiento de agua, que funcionó esporádicamente y por la que Petropar pagó más de G. 1.175 millones.
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La misma sufrió un desmoronamiento de sus paneles debido al peso excesivo del agua, que proviene de una altura de 30 metros y resultó claro que hubo un mal cálculo. A ello se suma la instalación del filtro rotativo Oliver, proveído por “Engineering SA” por G. 1.649 millones, similar a otro que estuvo tirado en el patio trasero de la alcoholera y que fue desmontado por resultar inviable en el proceso de producción.
Según publicaciones del 2013, este equipo estuvo taponado por incrustaciones de carbonato de calcio, por lo que no operó. Igualmente, la misma firma “privilegiada” por Escobar, que fue imputado, se encargó de la instalación de 50 aspersores en las piletas para el proceso de aireación-oxidación en la degradación de vinaza, que fueron abandonados y no sirvieron a la planta, y por los que se facturó unos G. 1.700 millones.
Otros inconvenientes ocurrieron con el separador de hollín, hoy fuera de servicio, al igual que la mesa alimentadora de caña de azúcar, que activa a medias. Durante esta administración también se le adjudicó por US$ 4,2 millones la instalación de una planta de CO2 (dióxido de carbono), aunque Petropar comunicó después “la suspensión de los efectos del contrato” tras “publicaciones que ponen en tela de juicio el proceso de licitación”.
Petropar premió a Engineering
Algo insólito también ocurrió en Petropar, ya que en el 2016 demandó a la empresa Engineering SA “por repetición de pago” en un contrato que tenía para la provisión de tanques, para las estaciones de servicios de la estatal. Sin embargo, luego de una contrademanda y perder en una primera instancia, el Gobierno de Marito le terminó pagando casi US$ 1 millón a la mencionada proveedora, tras un acuerdo extrajudicial. Este pago se concretó en junio del año pasado, cuando Patricia Samudio era titular de la petrolera estatal, hoy acusada por supuesta lesión de confianza durante su gestión.