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El río Paraguay en Asunción amaneció este jueves con una nueva marca histórica mínima: -0,73 m, dos centímetros menos que ayer. El nivel del río continúa en franco descenso y las proyecciones estiman que esta tendencia seguirá en los próximos días.
La situación ya no solo genera una alerta por la poca navegabilidad del río, sino porque muchas poblaciones que dependen de este río para la provisión de agua potable ya están en riesgo de no recibirla con regularidad.
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Desde el Ente Regulador de Servicios Sanitarios (Erssan) inclusive pidieron hoy racionalizar el uso del agua potable e indicaron que muchas aguateras ya están cortando el suministro en algunos momentos de modo a hacerlo más sostenible en algunas franjas horarias.
Cristina Muñoz, presidenta de Erssan, aconsejó a las personas “no usar el agua como siempre” y tratar de lavar vehículos con menos frecuencia, como también regar la vereda o recargar la piscina. La clave para que no haya escasez de agua este verano será aminorar esos usos y priorizar el uso doméstico.
El río Paraguay amaneció hoy con -0,73 m en Asunción, 19 centímetros menos que el récord mínimo fijado el 20 de octubre de 2020, donde el nivel llegó a -0,54 m.
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En el Chaco, por ejemplo, familias de María Auxiliadora, Alto Paraguay, buscan aprovechar la poca agua que aún queda en el tajamar. Algunos van hasta Fuerte Olimpo, a 120 kilómetros, para proveerse ante la escasez de camiones cisternas, que no logran dar abasto atendiendo la alta demanda.
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Esta situación se repite en el Boquerón y otras localidades de la región Occidental.
La tendencia, de acuerdo a los expertos, es que el nivel siga bajando en los próximos días. Las lluvias que se esperan para el mes de octubre no serán suficientes para aplacar la sequía, adelantaron.
La situación también generan un encarecimiento de los precios de los productos importados y una suba del precio de los fletes para los exportadores nacionales.