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El Pilcomayo experimentó un sorpresivo e inusual aumento de caudal en las últimas 48 horas, como resultado de torrenciales lluvias en Bolivia.
La crecida del río resulta completamente atípica para esta temporada, dado que coincide con la sequía extrema de la época. Sin embargo, intensas precipitaciones en Bolivia, también inusuales, tuvieron como resultado el aumento de nivel.
La alarma saltó en Villamontes (Bolivia) donde el repunte de nivel superó los cuatro metros de altura. La alerta se extendió en toda la región, lo que permitió a los lugareños prepararse para la embestida del río.
Las aguas llegaron ayer jueves a Pozo Hondo, donde el río aumentó dos metros en cuestión de horas. Los pobladores dudaban entre acercarse para observar un fenómeno inusual para el mes de setiembre o bien para inspeccionar el muro que rodea a la localidad.
El poblado de Pozo Hondo se encuentra rodeado por un muro defensivo. Luego de las crecidas del verano pasado, la estructura levantada con arena del lugar quedó sumamente debilitada, sobre todo en el extremo donde el Pilcomayo choca con mayor fuerza, luego de una curva.
Pánico de los lugareños
La Comisión Nacional del Pilcomayo y el Ministerio de Obras Públicas prometieron el inicio de obras para reforzar el muro del período de lluvias, que comienza a mediados de diciembre. Ante la sorpresiva crecida tuvo como resultado el pánico de los lugareños ya que en Pozo Hondo aún no existen ni siquiera esperanzas de inicio de los trabajos.
No hay equipo vial alguno en el lugar y tampoco se realizaron mediciones topográficas. En este momento, el poblado se encuentra con serio riesgo de sufrir una inundación que puede llevar a su desaparición, tal como sucedió con Pedro P. Peña, hoy convertida en una ciudad fantasma.
El repunte de caudal es un toque de alerta para la Comisión del Pilcomayo y el Ministerio de Obras Públicas: en teoría no debía llover aún, pero las precipitaciones en Bolivia fueron torrenciales y las aguas bajaron con violencia desde las montañas.
Es hora de comenzar a trabajar en la defensa de Pozo Hondo. Ya desapareció Pedro P. Peña en el año 2008, por desidia de las autoridades de aquel entonces. Esta lección no debe olvidarse.