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El Tribunal convocó nuevamente a las partes para el 29 de setiembre a las 14:30. Familiares y amigos se manifestaron en el predio del Juzgado de Luque clamando justicia para Mirian Soto Sánchez. El Ministerio Público sostiene que el móvil del hecho sería problemas laborales entre víctima y victimario.
La víctima del crimen que ocurrió en diciembre del 2018 fue Mirian Soto Sánchez (37), quien se desempeñaba como secretaria de la Junta de Saneamiento de Pindolo, compañía de Areguá. El autor confeso es Adolfo Alcides Alvarenga Romero.
El inicio del juicio oral estaba previsto para hoy a las 10:30, sin embargo, el imputado por homicidio doloso no se presentó ante el Tribunal de Sentencia presidido por la jueza Alicia Orrego.
La fiscala del caso, Sandra Ledesma, manifestó que desconocen la causa de por qué Adolfo Alcides Alvarenga Romero, quien guarda reclusión en Tacumbú, no fue trasladado hasta el Juzgado de Primera Instancia de Luque. La agente dijo que la penitenciaría fue debidamente notificada el 5 de agosto para el correspondiente traslado.
“Yo solicité que se pida informe y se le remita bajo apercibimiento a la penitenciaría, en caso de incumplir la orden, o que sea pasible de sanción por desacato”, manifestó Ledesma.
La agente del Ministerio Público agregó que cuentan con las pruebas probatorias suficientes para pedir una condena ejemplar. Dijo que la pena máxima para estos casos es de 30 años, pero que luego del desarrollo del juicio plantearán la condena que corresponda.
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Antecedentes
La secretaria de la Junta de Saneamiento fue asesinada con tres disparos por el tesorero de la misma institución, en la oficina donde ambos trabajaban. El crimen quedó registrado en una cámara de seguridad. El autor se entregó luego de lo sucedido.
Se observa que Adolfo Alcides se acerca a Mirian, quien fue atacada cuando estaba sentada frente al mostrador. La mujer acusó un tiro en el brazo izquierdo, otro en medio del pecho y el último en la cabeza. Tras matar a la secretaria, el tesorero cruzó la calle y se refugió en su casa, donde contó a su esposa lo que había hecho.
Cuando llegó la Policía, el hombre se entregó y presentó el revólver calibre 38 que utilizó. El detenido solamente llegó a decir que Mirian hirió la dignidad de él y la de su familia y que eso era imperdonable.