Durante el desarrollo de la sesión, el diputado Ortiz, que ya había cuestionado a Fernández durante la etapa de oradores, planteó tratar sobre tablas un pedido de interpelación contra el titular de Aduanas.

Tras un análisis del presidente en ejercicio de la Cámara Baja, diputado Ángel Paniagüa (ANR, Añetete), se consideró que lo que correspondía era dar entrada al proyecto y que se trate en la próxima sesión.

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El documento, además de la firma de los legisladores opositores, lleva la de Basilio Núñez (ANR, cartista), lo que podría implicar el acompañamiento de este sector que es bastante numeroso en la Cámara Baja.

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Durante la sesión, en etapa de oradores, la diputada Celeste Amarrilla tildó a Fernández de “ladrón” y recordó que ya lo habían denunciando previamente, y pese a los supuestos intentos de acallarla mediante amenazas, no lo hará.

“El que se tiene que callar es Fernández y tiene que preocuparse por esconder el dinero que robó antes, de irse preso, porque tarde o temprano Fernández va a terminar preso”, afirmó la diputada liberal.

La misma se refirió a las expresiones que había vertido el senador Martín Arévalo, que dijo entre otras cosas que: “Este señor (Fernández) no quiere que se le denuncie. No quiere que le pase nada. Quería que haga callar a las diputadas Kattya González, Celeste Amarilla y a los diputados Sebastián García, Carlos Rejala y Sebastián Villarejo (...) Recibí amenazas del director de Aduanas, a través de un tercero”.

“Usted tiene cara de aduanero tramposo; así que no necesito desenmascararle nada y a mí no me va a hacer callar”, insistió Amarilla, que remarcó que el titular de Aduanas en un “ladrón” y de hecho, “todos sabemos que la Aduana es una cueva de ladrones”.

El titular de Aduanas pasó de ser denunciante a estar también en la mira, ya que fuera de los supuestos pedidos de ubicar a funcionarios hechos por Arévalo, también genera sospechas la desaparición de una millonaria carga de electrónicos valuada en más de G. 18.000 millones, que fue calificada como contrabando pero que fue robada en su mayoría estando bajo custodia de Aduanas.

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Lo restante de la carga, además, se denuncia que fue vendida a personas ligadas a políticos e incluso a la prófuga Dalia López, buscada por el caso de falsificación de documentos de identidad del exjugador de fútbol, Ronaldo de Assis Moreira, “Ronaldinho Gaucho”.

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