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Derlis Cabrera, director de Control y Obras de la Contraloría, quien lideró la última auditoría que realizó la institución a la criticada pasarela “ñandutí”, reveló que este aumento de 1 metro en la altura del paso peatonal representó G. 2.000 millones más a la contratista de esta obra, la firma Engineering, de Juan Andrés Campos Cervera.
“¿Cuál es la necesidad de alzar a 6 metros la altura de la pasarela si con 5 metros ya cumplían con las normas de tránsito? Eso de alzar un metro más implicaba G. 2.000 millones más a la contratista. Para esto tenían que tener un documento que les autorice el cambio, que no tienen. En MOPC aseveran que hubo una orden (de alzar la altura), que no está plasmado en ningún documento legal”, expresó Cabrera.
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Justamente, algo llamativo resalta la auditoría de la CGR, que tiene que ver con la respuesta que dio el MOPC cuando le consultaron sobre este cambio injustificado de la altura del paso. “Estos y otros mayores trabajos, tanto en pilares, escaleras, piso de caucho autonivelante, pintura, etc., son como consecuencia del pedido que realizó el nivel jerárquico superior del MOPC para elevar la cota de la pasarela principal a + 1,00 m y nivelar en sus apoyos de cada extremo y fue oficializado por una nota a la Contratista”, respondió el MOPC a la CGR.
¿Quién fue el funcionario de nivel jerárquico superior del MOPC que dio esta orden sin tener ningún documento o adenda para poder hacerlo? ¿Iban a “inventar” otra adenda para pagar los G. 2.000 millones más a la empresa? son las consultas que se hicieron en la CGR. Mientras tanto, Cabrera señaló que se enteraron de esta situación por los documentos “pendientes de pagos” que revisaron, por el aumento de la altura de la obra.
Lo concreto es que la Contraloría constató en su informe que la ejecución de trabajos adicionales, a raíz de la elevación de la altura prevista de la pasarela, no están justificadas. “De la verificación de los planos proveídos por el MOPC, se pudo comprobar que el proyecto inicial, aprobado por el MOPC, contaba con dos (2) tramos de rampa a cada lado; sin embargo, en la visita se constató que se ejecutaron tres (3) tramos de rampa como consecuencia de la elevación en +1,00 m de la altura de la pasarela, lo que no cuenta con justificación técnica”, resalta el informe.
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Aumento indebido y más ganancia a Engineering
La obra registró un aumento indebido del monto del contrato de G. 3.142.820.246 en los convenios modificatorios N° 1 y N° 2, violando los artículos 4 y 62 de la Ley N° 2.051/03 de “Contrataciones Públicas”, porque se agregó una cantidad de ítems distintas a los planos proveídos y con precios diferentes a los del mercado.
Más llamativo aún es que del monto mencionado, G. 1.253.086.010 corresponden a “costos indirectos” que se agregaron en beneficio de la contratista, que consiste en el aumento de su ganancia y otros “gastos generales”, según el documento.
En estos convenios modificatorios, solo el 3,6% corresponden a costos directos (la obra propiamente) y los costos indirectos (ganancia y otros gastos) aumentó 80% con respecto a lo que ofertó la empresa, de los cuales 114% fue el aumento del “beneficio” qué se fijó para Engineering.
En esta segunda auditoría, la Contraloría analizó las obras propiamente ejecutadas, mientras que en la primera que realizó se centró en la licitación propiamente, donde reveló que la licitación estuvo direccionada a la conocida “superproveedora”.
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La pasarela se adjudicó por G. 12.437 millones a Engineering, pero su precio se incrementó a G. 14.121 millones luego de los convenios modificatorios 1 y 2, que, según la Contraloría, se firmaron para beneficiar a la contratista, porque ni siquiera cuentan con especificaciones técnicas.