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Daniel De Paula Rodríguez conversó con ABC y nos refirió varios aspectos de cómo tenerlos en la casa, cómo educarlos y cómo mantenerlos tranquilos.
1- Perro atado, un verdadero problema
El experto cuenta que tenerlos así genera la posibilidad de que sea muy agresivo. Esto obedece a que se produce en su interior síntomas de estrés y ansiedad, más aún si estando atado se encuentra en un lugar inapropiado, sin alimentos, agua ni techo.
Al soltarse por un descuido o romper lo que lo tenía sujetado, el perro descarga su enojo con lo primero que encuentra o con la primera persona que tenga en frente porque, por su condición, es un animal que caza y suele buscar una presa.
2- Si lo tientan, también influye
Existen muchos casos de niños o adultos que con su ánimo de molestar, o quizás jugar, golpean con algún objeto las rejas o tejidos.
Eso activa el instinto del animal y lo hace pensar que es una amenaza. Por ende, De Paula Rodríguez aconseja no hacer este tipo de actos, pues altera al can y puede volverse peligroso.
3- Adoptar al perro después de su nacimiento
Esto es clave porque encamina su conducta. Si se lo saca de su madre o hermanos antes de los tres meses la persona deberá reeducarlo en sus primeros pasos.
Según el especialista, la madre del cachorro se encarga de su primera educación y debe superar primero esa etapa antes de llegar a una familia humana.
4- Educación del propietario
A partir de los tres meses de edad, se recomienda que el perro comience a socializar con los seres humanos. Esto significa que el dueño o dueña debe empezar a educarlo. Primero poniendo límites, luego colocándolo en un sitio donde sería su espacio propio. También es vital que no le falte sus alimentos y agua. De lo contrario, puede reaccionar negativamente.
También es un error que el can, desde pequeño, esté dentro de la casa como en la cocina o la sala. Cuando de grande se le exige que salga de alguna parte del hogar, el animal se resiste y no comprende, pues anteriormente estuvo en ese sitio y no se le pedía que vaya afuera.
5- Juguetes didácticos, antes que otra cosa
Muchas personas habitúan darles, por ejemplo, “championes” viejos para que jueguen, pero cuando muerden calzados nuevos se los reta. Ahí el can interpreta de mala manera y puede ser agresivo. Existe un juguete llamado “Kong” que sirve como un plato para su alimento y luego para jugar con ellos.
Es como un muñeco de goma, hecho de cauchos naturales que se pueden adquirir en veterinarias del país, pues normalmente se importar de Estados Unidos.
6- Saber cuándo acariciarlos, pasearlos y cuándo no molestarlos
El cariño al mejor amigo del hombre es típico, pero el maltrato ya es un factor que desencadena en una actitud violenta. Por eso hay momentos en que se los pueda acariciar, jugar con ellos y por sobre todo respetarlos.
Cuando están comiendo normalmente no les gusta que se los moleste. Es así que en muchos casos sienten que se les quiere arrebatar lo que comen y comienzan a gruñir. Ante esto es mejor esperar que estén tranquilos y volver a socializar con ellos.
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Cuando se los saca a pasear es importante un buen collar y cadena que sea seguro y acorde al tamaño del animal. Se pide a los dueños a que primero vayan por la calle para reconocer la zona, y luego empezar a acercarse a personas en el barrio, de modo a que no perciba que los humanos les parezcan una amenaza.
Hay perros que cuando escuchan una cadena recuerdan que estuvieron atados mucho tiempo y eso también trae aparejada su agresividad. Lo más importante, afirma el profesional, es premiar la tranquilidad del perro.