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La encargada del Programa Nacional de Control Vectorial del Dengue, Lic. Liliana Ayala, refirió que los índices de infestación larvaria no son “favorables”, considerando los estándares internacionales referentes al dengue, zika, chikunguña y fiebre amarilla.
Ayala refirió que el nivel no debe superar el 1% para considerarse un territorio libre de riesgo o alerta de la infestación larvaria del vector transmisor de estas enfermedades. Sin embargo, solo en 7 sitios de observación –de los 61- se ve un índice “satisfactorio” y en el resto entre “alerta” y “riesgo”, siendo predominante este último, de acuerdo al informe de Salud.
Igualmente, explicó que “el índice debe ser menor a 1%, situación que no se da en nuestro país, ya que es endémico para dengue y tenemos distribución aédica en todo el territorio nacional. Eso hace que nuestros índices de infestación sean bastante heterogéneos”.
Salud resalta que los sitios con índices de riesgo alto a tener en cuenta son los departamentos de Ñeembucú (9,09% en San Juan Bautista), Alto Paraná (6,99% en Minga Guazú) y Presidente Hayes (12,52%). También Asunción (5,92%) y los distritos de Central: San Lorenzo (12,89%) y Ñemby (6,12%).
La profesional también señaló que la actual sequía pudo haber reducido el índice de “alerta” en sitios con registros históricos de “riesgo”, como Concepción, Caazapá, Hernandarias y Fernando de la Mora. No obstante, advirtió que eventuales lluvias podrían generar nuevamente niveles muy altos de infestación larvaria.
Control de criaderos de mosquito
La cartera sanitaria informó que, ante esta situación, el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (Senepa) viene realizando intervenciones de vigilancia entomológica bajo el método del Levantamiento de Índice Rápido de Aedes aegypti (LIRAa), que dispone la localización de los criaderos y enseñar a las familias a mantener un entorno saludable.
Recordaron que los recipientes que sirven para la proliferación del mosquito transmisor son los tanques elevados, tambores, baldes, cántaros, pozos y otros. También indicaron que hay criaderos naturales como agujeros en árboles, piedras o axilas de plantas.