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El precio real del servicio del transporte público debería ser de G. 2.525 para el convencional y G. 2.778 para el diferencial, ya incluido lo que el Gobierno debe dar como subsidio a los colectiveros, según el análisis de Mercedes Canese, exviceministra de Minas y Energía, en ABC Color. Señaló que no existe justificación para aumentar el precio ni el subsidio para los empresarios, quienes se benefician de esta situación.
Canese explicó que el valor del pasaje no tiene un equilibrio con el precio de sus componentes como el costo del petróleo, el dólar, el salario mínimo y la inflación en los Estados Unidos. Señaló que, entre estos factores que inciden en su valor, solo el petróleo tuvo un repunte pero no justifica el precio que tiene un viaje en bus.
Desfasaje entre el salario mínimo y el costo del pasaje
La especialista recuerda que en año 1989, cuando el salario mínimo de ese entonces alcanzaba los G. 164.650, el pasaje del transporte público solo era de G. 150 y se podía comprar 1.098 pasajes con ese monto. Actualmente, con el salario mínimo de G. 2.289.324 se pueden comprar solamente 995 pasajes para el bus convencional y solo 673 pasajes para el bus diferencial, teniendo en cuenta el precio subsidiado de 2.300 y 3.400 respectivamente, analizó.
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Contradicciones con el costo operativo de los buses diferenciales
Canese expresó que existen contradicciones en el informe del Ministerio de Obras Publicas sobre el bus con aire acondicionado. Rechazó que un bus diferencial consuma más combustible y dijo que tiene casi el mismo costo operativo que un bus convencional. “Sabemos que la energía que consume el aire acondicionado es menos de noche que de día, lo mismo sucede en invierno y la incidencia solo es del 10%”, alega.
La mentira de los empresarios transportistas
Según empresarios transportistas, la regulada del transporte público es debido a que se reporta una disminución de usuarios. Explican que la reducción de actividades como la modalidad del teletrabajo y suspensión de clases presenciales son algunas de las justificaciones para las reguladas de buses; sin embargo, esa ya no es la realidad y varios pasajeros deben esperar horas la llegada de un bus, exponiéndose así a la inseguridad en las calles.
Por otro lado, el presidente de la República, Mario Abdo Benítez, a través del decreto N° 5.925, aumentó el valor del subsidio a colectiveros para mantener los precios de G. 2.300 y G. 3.400 por sus servicios convencional y diferencial, respectivamente, cuyos valores reales son de G. 3.439 y G. 5.087, basados en el cálculo realizado por técnicos del Viceministerio de Transporte.
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Este decreto se realizó en medio de amenaza de empresarios transportistas de renunciar al subsidio y cobrar a los pasajeros el precio real. El 49% de los fondos obtenidos de la emisión de bonos del Tesoro será destinado a pagar el servicio de la deuda pública y parte de lo que prevén para inversiones del MOPC será usado para subsidiar a los transportistas, según se establece en el proyecto del PGN 2022.
Desde enero hasta marzo, el Gobierno ya desembolsó G. 23.326 millones a las empresas de transporte público en concepto de subsidio de pasaje. En todo el 2020 se pagó G. 59.821 millones a los colectiveros.
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