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Las quejas por el tedioso servicio persisten en las clínicas periféricas y en el Hospital Central del Instituto de Previsión Social (IPS). El call center de la previsional no funciona y eso lo comprobó nuestro equipo, que insistentemente llamó ayer a los números 021-219 3000 y al 0800 11 5000, que dan “colgado” todo el tiempo.
A esta falencia se suma la caída constante del sistema de agendamiento, consultas y retiro de medicamentos. Y para variar, se acentúa la falta de medicamentos para distintas patologías, como las oncológicas. En redes sociales, los asegurados descargan su descontento y exponen las recetas de algunos fármacos que en teoría la previsional debería proveer. Esta situación obliga a los pacientes a realizar actividades para comprar sus medicamentos.
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Uno de los medicamentos faltantes es el docetaxol,de 20 mg, que se estaría reponiendo recién en octubre, estimó Víctor Martínez, director de Suministro de Salud del IPS. Explicó que el problema en el stock se da por varios motivos, entre ellos, porque las proveedoras de medicamentos están pidiendo la rescisión de los acuerdos con la previsional.
Martínez alertó que son numerosas las notificaciones de pedidos que registran, tanto de rescisión como de prórroga en las entregas. Mencionó que las empresas alegan fuerza mayor, como ser problemas en la logística, cierre de firmas proveedoras del exterior, cese de producción de un producto específico, entre otros puntos. Remarcó que las solicitudes y alegatos presentados por las firmas son evaluados por la previsional a fin de corroborar si corresponden o no.
“Son múltiples las causas que alegan (por los retrasos y los pedidos rescisión), pero estas no se demuestran con una simple nota. Deben presentar documentos legales”, subrayó el profesional. A todo esto, Martínez dijo que están tratando de normalizar la provisión de medicamentos, pero que todavía no alcanzan el 100%.
Calvario presencial
El IPS retomó las consultas presenciales y nuevamente hace vivir un calvario a sus asegurados. El caso del IPS Boquerón es el claro ejemplo. Mientras los enfermos -muchos de ellos de avanzada edad- esperaban ser atendidos o aguantarse que el sistema informático no funcione, ayer debían estar cerca del polvo, atravesando incomodidades por los trabajos de refacción.
En IPS Boquerón se están haciendo refacciones, sin embargo, en el momento de nuestra presencia solo observamos a algunos cuantos obreros haciendo algún que otro trabajo, pero cuando se les insistió en por qué la demora, aparecieron repentinamente más trabajadores. Uno de los encargados de la obra, que no se identificó y se molestó por las consultas hechas, “invitó” a nuestro equipo periodístico a retirarse.
Las quejas no se hicieron esperar. “Por qué carajos no se hizo esto (las mejoras) cuando había pandemia, cuando no había gente”, exclamó Perla Díaz, quien desde tempranas horas aguardaba ser atendida, pero no lo lograba debido a la caída frecuente del sistema. “Es una burla”, dijo.
Otra de las aseguradas, de nombre Victoria Escobar, lamentó que el call center esté de adorno y el asegurado deba mendigar la atención.