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Salir de la ciudad de San Antonio en una unidad de la empresa Mcal. López es cada vez más complicado. Los pasajeros denuncian que esperan más de una hora para abordar una unidad y en las horas pico viajan como animales, hacinados.
“La Línea 38 ingresa muy poco por San Antonio, tenemos que esperar más de una hora para subir y en las horas pico viajamos como animales. Las autoridades del Viceministerio del Transporte nada hacen para mejorar el servicio”, indicó un pasajero que se identificó como Carlos González.
Dijo que las reguladas se sienten durante toda la semana y que los sábados y domingos se agudizan. Prácticamente no cumplen con las frecuencias establecidas y los pasajeros son obligados a abonar doble pasaje para llegar a sus casas o lugares de trabajo.
El gremio sindical confirma la denuncia de los pasajeros y asegura que la empresa no hace trabajar ni la mitad de la flota con que cuenta, de 80 a 90 unidades, y solo trabajan 45 a 50 buses y el resto queda en la terminal o en el taller.
Los propietarios de la empresa Mariscal López son también accionistas de Lago Ypacaraí, que realiza trayecto hasta Lambaré, y destinaron en los últimos días una gran cantidad de buses de la Línea 38 y ahora los pasajeros sufren las consecuencias en las calles.
“Varias unidades de la Línea 38 fueron llevados a la empresa Lago Ypacaraí y eso afecta en gran medida a los pasajeros, que tienen que esperar horas en las calles. Además, los buses nunca trabajan todos y persisten las reguladas”, expresó el secretario general del sindicato de trabajadores, Reinaldo Fernández.
Por su lado, el abogado de la firma, Pedro Duarte, negó que se realicen reguladas. Aseguró que los buses salen cada 20 minutos para todos los ramales que cubre la Línea 38, pero reconoció que varias unidades fueron enviadas a la empresa Lago Ypacaraí.
“Las unidades salen cada 20 minutos y en cuanto a los buses que fueron enviados a la empresa Lago Ypacaraí, son los que fueron sacados de circulación por parte del Viceministerio de Transporte y solo son 4 colectivos”, expresó Duarte.
Pero no explico cómo se justifica que el ente regulador saca de circulación algunos buses de la Línea 38 y permite que vayan a otra empresa en el departamento Central.
Desde los 6 años, las criaturas pagan pasaje completo en estas unidades, en que -según las denuncias- el servicio es cada vez peor.
Caacupeña y Villa Serrana no trabajan los fines de semana
Las empresas Villa Serrana y Caacupeña no trabajan los días domingo y sus pasajeros quedan colgados. Además, los pasajeros denuncian el aumento del pasaje, de G. 2.300 a G. 3.600, para gran parte de Central. Dicho monto se cobra para buses con aire, pero las unidades de esta firmas no cuentan con el servicio diferencial.
Los usuarios indicaron que los conductores cobran a su gusto el pasaje y no expiden boleta. Para un viaje interno, por San Antonio, deben pagar G. 3.600, monto que se exige en servicios diferenciados, es decir con aire.
Además, denuncian que no cumplen con el itinerario establecido y muchas veces los pasajeros son abandonados en cualquier parte.
A su turno, la secretaria de la empresa Villa Serrana, Norma González, manifestó que los precios del pasaje son establecidos por la Dirección Nacional del Transporte (Dinatran), pero entró en contradicciones al señalar los precios para la zona de Central.
“El precio normal es de G. 3.600, pero se cobra G. 3.000 a los que no quieren pagar el monto real, pero el pasaje varía para cada zona y hasta Caacupé es de G. 6.200”, expresó González, pero dijo que no recordaba los otros precios.
Sobre el incumplimiento de itinerarios, asegura que controlan y que la empresa no recibió ninguna denuncia al respecto. En cuanto a los domingos, indicó que no trabajan por resolución de la propia Dinatran y aseguró que entregan boleta.