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Semanas atrás, parte del territorio sagrado de Jasuka Venda, del Pueblo Paĩ Tavyterã, de Amambay, fue afectado por un voraz incendio que puso en riesgo el arte rupestre conservado durante más de 5.000 años. Este sitio - vía resolución del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible (Mades)- fue incorporado en el 2017 al sistema nacional de áreas protegidas.
La cartera ambiental fue alertada de la situación por parte de los miembros de la comunidad indígena, quienes solicitaron y hasta prácticamente mendigaron ayuda a varias instituciones para combatir el fuego, que finalmente fue controlado gracias a una lluvia. El Mades les dijo que no cuenta con disponibilidad de recursos y que la comunidad vea en todo caso con otra entidad.
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Sobre el punto fue consultado el Mades, que respondió a este diario que no tiene manera de asistir y que también vive del auxilio de la Secretaría de Emergencia Nacional (SEN). El Mades, cuyo titular es Ariel Oviedo, asegura no tener equipos ni maquinarias para responder a estos pedidos que se dan en áreas de protección de alto valor histórico y natural.
El ente ministerial afirma por un lado que carece de presupuesto para el combate a incendios y que “vive” de las donaciones hechas por organismos como WWF. (https://reliefweb.int/report/paraguay/mades-recibi-donaci-n-para-el-combate-contra-incendios-forestales-por-parte-de-la).
Sin embargo, por el otro lado planea emplear fondos internacionales para edificar un moderno edificio en su sede central, que funciona sobre la avenida Madame Lynch de la capital del país. Específicamente prevé utilizar US$ 8 millones del Fondo Verde para licitar tal construcción y además “mejorar” las instalaciones de sus oficinas regionales.
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Dicha decisión la hizo con el argumento de que el edificio es más que necesario y prioritario porque otorgan servicios “en condiciones precarias”, según habían indicado en enero de este año desde la Dirección de Planificación Estratégica del Mades.
Fondo verde
Debido a la disminución de las emisiones de carbono, Paraguay fue acreedor en el 2019 del proyecto de cooperación “Pago por resultado” otorgado por el Fondo Verde para el Clima.
Los primeros US$ 50 millones aprobados, en el país deben ser utilizados para financiar la Estrategia Nacional de Bosques para el Crecimiento Sostenible, el funcionamiento del Fondo Nacional de Cambio Climático y los trabajos de mitigación de los efectos de la emisión de gases de efecto invernadero”.