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En la tarde del 19 de octubre del 2020 efectivos policiales de la Unidad de Investigación Sensible (SIU) detectaron los 2.906 kilos de cocaína en el puerto privado Terport de la ciudad de Villeta. Los panes de droga fueron ocultados en enormes bolsas conocidas como big bag que a su vez estaban cargadas con carbón vegetal.
El producto estaba en dos contenedores, que supuestamente dos meses antes fueron depositados en la terminal portuaria para ser enviados a Portugal, sin embargo, hasta ese momento no se había concretado el despacho correspondientes, mencionaron. los investigadores. En los días posteriores, la Fiscalía y la Policía apresaron al abogado Turrini como responsable de haber comprado los carbones que fueron usados, supuestamente, para camuflar la droga, y al empresario Alberto Antonio Ayala Jacquet, porque este, presuntamente, iba a usar su empresa para efectuar el envío. Estos dos fueron los únicos en caer por el intento de remesar las casi 3 toneladas del polvo blanco, valuado en más de US$ 20.000.000 , según señalaron.
La semana pasada, el Tribunal de Apelaciones en lo Penal especializado en Delitos Económicos y Crimen Organizado confirmó que el Ministerio Público tiene tiempo hasta el 21 de octubre próximo para finalizar esta investigación.
Los camaristas Arnulfo Arias, Bibiana Benítez Faria y Emiliano Rolón Fernández resolvieron por unanimidad rechazar la apelación promovida por el abogado Jorge Ortiz Oviedo, en representación del procesado Cristian Turrini, contra la resolución de la jueza de Garantías Rosarito Montanía, quien el pasado 15 de abril decidió no hacer lugar al incidente de perentoriedad de la etapa preparatoria, que planteó la defensa del imputado Turrini.
Mientras tanto, un sugestivo “stand by” se da en las pesquisas efectuadas en el marco de las 16 toneladas de cocaína incautada el 12 de febrero último en el puerto de Hamburgo, Alemania. La carga supuestamente partió de un puerto de Villeta el 18 de diciembre de 2020 y el 29 de ese mismo mes fue trasbordada a un buque panameño en el puerto de Buenos Aires, Argentina. Esta nave hizo otras cuatro paradas en diferentes puntos antes de llegar a Hamburgo, donde detectaron el enorme alijo, cuyo destino final debía ser Israel.
Los panes de la droga estaban ocultas en envases de pintura y yeso de la firma “Pinturas Tupá SA” del empresario Diego Benítez (37), cuyos abogados señalaron que la carga fue contaminada con el estupefaciente por el camino a Europa.
Sin embargo, antidrogas aseguran que dicha hipótesis no es muy creíble ya que 17.000 latas estaban cargadas con los panes de cocaína y que eso no se pudo haber hecho en pleno viaje, explicaron. Tras la comunicación oficial a las autoridades paraguayas de la megaincautación, el Ministerio Público encabezó el allanamiento de las propiedades del empresario Diego Benítez, que están ubicadas en Asunción y Mariano Roque Alonso, donde funcionaban las sede de la firma Pinturas Tupá SA.
Durante estos procedimientos se incautaron envases de latas similares a los que fueron cargados con panes de la droga y que terminaron incautados en por las autoridades germanas.
Pese a estos elementos, Diego Benítez nunca fue molestado por las autoridades, inclusive el Ministerio Público conformó un equipo con fiscales integrado por los fiscales Elva Cáceres, Ysaac Ferreira y Deny Yoon Park para la investigación del caso, que catalogaron como muy compleja.