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La Unidad de Inteligencia Financiera de la Secretaría de Prevención de Lavado de Dinero o Bienes (Seprelad) elaboró al menos cuatro informes sobre Nicolás Léoz y otros exdirigentes de la Confederación Sudamericana de Fútbol entre el 18 de septiembre de 2015 y el 1 de junio de 2018, clasificados bajo la denominación común NILE1014855290515, y los entregó al Ministerio Público en el marco de la Causa Nro. 9/2017, “Personas innominadas s/Lavado de Dinero”, abierta a partir de la primera denuncia presentada por la Conmebol a la fiscalía, el 6 de junio de 2017 (dos años después del FIFA-gate), bajo patrocinio de los abogados Daniel Mendonca y Osvaldo Granada Salaberry.
La recepción de estos informes es lo único que consta que se haya hecho en esta causa. Pese a toda la información disponible, ni la institución denunciante, ya entonces y hasta ahora presidida por Alejandro Domínguez, ni la fiscalía siquiera molestaron en vida a Nicolás Léoz y mucho menos intentaron inmiscuirse en sus finanzas.
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Como veremos más adelante en esta serie, tuvo que morir Léoz para que la Conmebol iniciara gestiones con sus herederos para recuperar parte del dinero, un episodio sobre el que quedan muchos interrogantes que todavía deben ser aclarados.
Antes y después del FIFA-gate
De acuerdo con los mencionados informes, antes de desatarse el escándalo del FIFA-gate, el 27 de mayo de 2015, Léoz y su esposa, María Clemencia Pérez de Léoz, operaban normalmente con cuentas a su nombre en al menos seis bancos de Paraguay: Banco do Brasil, que fue históricamente su principal agente, donde realizó multimillonarias transferencias desde las cuentas institucionales de la Conmebol a sus cuentas personales; Banco Atlas, que fue el primero en reportarlo, ya el 29 de mayo de 2015; Banco Itaú, Banco Regional, BBVA y, según se supo después, también Banco Amambay, que tardó un año en informar a los órganos competentes que María Clemencia Pérez era su cliente desde 2003.
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Como ya hemos publicado suficientemente en esta serie, en lo que respecta a Banco Atlas, del mismo grupo empresarial de esta compañía periodística, esta entidad afirma que los fondos depositados por Léoz provenían exclusivamente de actividades locales trazables, y que con el saldo a aquella fecha, poco más de 6 millones de dólares, se formalizaron dos fideicomisos de carácter testamentario el 11 de febrero de 2016 (en la edición impresa por error se consignó el año 2015), tras lo cual todas las operaciones con él y su familia se limitaron a la acreditación de intereses por certificados de depósitos de ahorro.
Si bien nunca se preocupó en impulsar su denuncia anterior, el 4 de febrero de este año la Conmebol presentó una nueva denuncia, esta vez bajo patrocinio del abogado Claudio Lovera, el mismo que defiende a Óscar González Daher y a su hijo Óscar González Chaves, que, aunque es innominada, solamente apunta a Banco Atlas por los citados fideicomisos e ignora todo el resto, cuando es sabido que esos 6 millones de dólares representan una fracción mínima de la fortuna del extinto Nicolás Léoz, calculada en más de 100 millones de dólares, y de los más de 1.000 millones de dólares que movió solo en sus últimos años en la Confederación, según se desprende de su propia auditoría.
Amplias operaciones
Sin embargo, la Conmebol perfectamente sabía y sabe que Léoz y sus familiares continuaron realizando amplias operaciones financieras y comerciales en el mercado paraguayo hasta mucho después de destaparse el FIFA-gate y de conocerse el origen espurio de gran parte de su patrimonio.
Por ejemplo, la Conmebol a sabiendas pasa por alto que entre agosto y octubre de 2015, acosados por la investigación en Estados Unidos, Léoz y su esposa repatriaron más de 27 millones de dólares de una offshore llamada Canelazo Ltd. que tenían en Bahamas, conocido paraíso fiscal, y los depositaron en Banco Continental, con el cual formalizaron tres fideicomisos el 29 de enero de 2016 de ese año por 27.554.184 dólares.
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También omite que, en la misma época, Banco Regional reportó que Léoz y su esposa solicitaron el 27 de enero de 2016 la cancelación anticipada de cuatro CDA por 2.641.808 dólares y 2.440 millones de guaraníes, unos 3 millones de dólares en total, solo para pagar honorarios profesionales a un conocido estudio jurídico por tramitar la separación de bienes de la pareja. Si a la fiscalía realmente le interesa saber a cuánto ascendían esos bienes y dónde se encontraban, humildemente le recomendamos que le pregunten a ese estudio jurídico.
Asimismo, entre el 1 y el 29 de febrero de 2016, María Clemencia Pérez de Léoz depositó cheques por 1.735.810 dólares en su cuenta de Banco Amambay, del grupo de Horacio Cartes, en ese momento Presidente de la República, que recién lo reportó el 4 de abril, varias semanas después.
El “cuarto informe” y el banco Basa
El cuarto y, que sepamos, último informe de la Unidad de Inteligencia Financiera de la Seprelad sobre Léoz y su familia fue remitido a la fiscalía el 1 de junio de 2018. Señala que desde octubre de 2016 hasta esa fecha se encontraron en la base de datos 17 “Reportes de Operaciones Sospechosas” relacionados con los Léoz, de los cuales doce son de un mismo banco, Banco Basa, nuevo nombre corporativo de Banco Amambay.
Si se fijan en los documentos agregados a su propia carpeta, la Conmebol y la fiscalía constatarán que, además de la cuenta que ya tenía María Clemencia Pérez en Banco Amambay, luego Basa, este les abrió nuevas cuentas a Nicolás Léoz y a su esposa el 14 de agosto de 2015 y el 25 de agosto de 2015, apenas tres meses después de destaparse el escándalo del FIFA-gate, siendo Horacio Cartes Presidente de la República.
El 14 de agosto de 2015 Banco Basa le abrió la cuenta de ahorro en dólares 1195500005 y la cuenta corriente en guaraníes 1900000118 a María Clemencia Pérez de Léoz, y el 28 del mismo mes le abrió la cuenta corriente conjunta en guaraníes 1000016712 a María Clemencia y a su esposo. Banco Basa por primera vez hace mención ante la Seprelad de las aperturas de estas cuentas el 9 de mayo de 2017, dos años después.
Los reportes no dicen cuánto dinero había en las mismas ni en la que ya tenía María Clemencia desde 2003 (la 103018304), pero indica, por ejemplo, que la esposa de Léoz depositó 1 millón de dólares en su cuenta de ahorro entre el 1 y el 9 de mayo de 2017, y 1.054 millones de guaraníes en la cuenta conjunta con su esposo entre el 1 de marzo y el 9 de mayo del mismo año.
Adicionalmente, Banco Basa les abrió cuentas también a los hijos de la pareja, Josué Nicolás y Mateo Nicolás Léoz Pérez, en guaraníes y en dólares, el 18 de agosto de 2017. Los reportes tampoco revelan cuánto dinero había en ellas, pero señalan que los fondos provienen de la madre y que son para sus gastos personales y de estudios.
Más cuentas y operaciones
El 19 de octubre de 2015, la empresa NL Stevia S.A., cuyo paquete accionario pertenecía a Nicolás Léoz en un 86%, abrió cuentas corrientes en dólares y en guaraníes y comenzó sus operaciones con Banco Interfisa, que solo reportó transacciones menores con las mismas hasta diciembre de ese año.
Además de todo esto, en los reportes que están obligados a hacer los escribanos públicos figuran cientos de transferencias de inmuebles de Nicolás Léoz y su esposa entre 2015 y 2018, después del FIFA-gate. ¿Dónde está el producto de todas esas ventas? ¿Cuánto dinero realmente tenían Léoz y familia en Paraguay? ¿Por qué a la Conmebol, que justificadamente se considera víctima de fraude y lesión de confianza, y a la fiscalía no les interesa investigar?
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