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A inicios de la pandemia, entre la incertidumbre, el miedo, las necesidades sociales y la consigna “Quedate en casa”, fueron las mujeres humildes de diferentes comunidades, barrios, territorios sociales y asentamientos las que supieron contener el hambre a través de las ollas populares. Ellas trabajaron solidaridad y unión para que no haya niños, niñas ni adolescentes con hambre.
Claudia Mazzini y Elizabeth Argüello dirigentes de Patria Nueva manifestaron que las comunidades del Departamento Central se fueron organizando para exigir el derecho a la alimentación y conquistaron así la Ley Nº 6603 “De apoyo y asistencia a las Ollas Populares organizadas”.
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La propuesta que plantean ahora es incluir en el Presupuesto General de Gastos (2022) un fondo para crear y abastecer de forma permanente desde el Ministerio de Desarrollo Social (MDS) a comedores comunitarios con un presupuesto que incluya recursos humanos y alimentos en calidad, cantidad y frecuencia.
“De la experiencia en pandemia el movimiento sigue sosteniendo unas 63 ollas populares en en diferentes territorios. Las mismas se desarrollaron como una respuesta solidaria natural de las comunidades en los barrios impulsado principalmente por las mujeres que se organizaron y contuvieron un poco el hambre en la pandemia”, refirió Claudia Mazzini, integrante de dicha organización.
“Luego de luchas y reivindicaciones y un trabajo de unidad, varias ollas populares del departamento Central y con los bañados de Asunción se logró la promulgación de ley de ollas populares que tenía un presupuesto que se está acabando para la SEN. También existe en el MDS un programa de comedores comunitarios con un presupuesto ínfimo, y nosotros queremos desplazar la experiencia de las ollas populares hacia comedores comunitarios permanente”, agregó.
“Queremos evolucionar hacia una política pública alimentaria permanente. Como bien dice su nombre la SEN es una política de emergencia, pero en el Ministerio de Desarrollo Social es una cuestión permanente para que hayan comedores en la cada comunidad en cada territorio en cada asentamiento. Estamos trabajando en este proyecto, porque tiene que ver con reforzar la lógica del derecho y de que los derechos básicos tienen que estar cubiertos por el Estado, enfatizó.
“Se debe establecer una política pública partiendo de esa experiencia real, sincera, transparente, eficiente, que es de las ollas populares con esa característica especial que tiene nuestro pueblo”, agregó Rodrigo Rojas del movimiento.