Máceda Rubert fue rescatada ayer, alrededor de las 16:30, en la colonia Guaraní del distrito de Mbaracayú, luego de un operativo efectuado por policías del Departamento Antisecuestro de Personas, dirigido por el comisario Nimio Abel Cardozo, jefe de la citada unidad. Del procedimiento también participó la fiscala Zunilda Ocampos.

La agente del Ministerio Público dio detalles sobre cómo fue el rescate. Contó que el sitio en donde hallaron a la víctima estaba a solo un kilómetro y medio de su casa, en línea recta, pese a que para llegar a ese lugar se debe transitar unos 30 kilómetros.

Ocampos indicó que la familia de Máceda dio su visto bueno para proceder de la forma en que lo hicieron, con los riesgos que había para la mujer, ya que hubo intercambio de disparos.

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“Les expusimos (a los familiares) los elementos de prueba y lo que podía suceder. Ellos aprobaron e hicimos el trabajo”, sostuvo la fiscala, quien añadió que además tenían la información de que anoche los secuestradores iban a volver a preguntar a la familia si tenía los US$ 250.000 que habían exigido.

Pero otra razón motivaba a las autoridades: temían que trasladen a la víctima al lado brasileño. “Era muy cerca del río (el sitio del secuestro) y teníamos miedo que le hagan cruzar al otro lado, todo eso le explicamos (a la familia)”, agregó.

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La agente sostuvo también que tenían el dato de dónde estaba la víctima por las llamadas que había hecho uno de los detenidos, Germán Barreto Ocampos (43), lo que permitió geolocalizar el lugar.

“Era un camping, adentro se le mantenía, había plástico, una pequeña frazada (...) El primer día tuvo mucho frío, era algo improvisado en medio de un área boscosa”, precisó la fiscala sobre el sitio en donde estuvo la víctima desde el sábado.

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Además de Barreto, los otros detenidos fueron Blanca González (39), Hernán Barreto González (19) y el menor R. B. G. (17), todos domiciliados en Puerto Indio. Los investigadores sospechan que ellos solían hacer pasar mercaderías de contrabando en la frontera entre Paraguay y Brasil, pero que debido a las últimas fiscalizaciones efectuadas por las autoridades brasileñas en la ribera del río Paraná cambiaron de “actividad” y experimentaron con el delito del rapto.

Estas personas deben declarar hoy ante Ocampos y, según expresó la fiscala, serán imputadas por secuestro, asociación criminal, extorsión grave y coacción, exponiéndose a al menos 30 años de cárcel.

Sandra Cristina había sido raptada la tarde del sábado último, después de haber salido de su residencia localizada en la colonia General Díaz del distrito de Mbaracayú para realizar una caminata por las inmediaciones.

Sus familiares perdieron contacto con ella y cerca de las 19:00 se presentaron ante la subcomisaría 22ª local para comunicar un posible caso de desaparición de persona.