El hombre fue identificado como Anselmo Fidel Arrúa Cabrera, alias Moreno, de 34 años, quien contaba desde el año 2012 con órdenes de captura por homicidio doloso y robo agravado de los que resultó víctima el excapellán de las Fuerzas Armadas Saturnino López, emitidas por el entonces fiscal de Ñemby Augusto Salas.

Debido a que no se sometió al proceso penal, Arrúa Cabrera fue declarado en rebeldía por el entonces también juez penal de garantías de Lambaré Hugo Came Saldívar.

Igualmente sobre Anselmo Arrúa pesaba otra orden de captura pendiente por homicidio doloso, que data del 2020 y que fue emanada por la fiscalía penal de Pozo Colorado, por la fiscala Norma Paredes.

De acuerdo con datos proporcionados por fuentes policiales, los agentes de Investigaciones recibieron la información de que Anselmo Arrúa se encontraba en la zona de la colonia Ceibo, por lo que se montó un operativo de vigilancia y de esa forma lograron dar con el mismo en la vía pública. Tras verificar su identidad, se constató que tenía órdenes de captura.

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El hecho

Los antecedentes señalan que Saturnino López Galeano había sido asesinado el 1 de mayo de 2012 en su vivienda ubicada en la ciudad de Ñemby. Su atacante utilizó un machete con el que le propinó una severa herida en la zona de la cara.

Al día siguiente del homicidio fue detenido en el barrio San Miguel de San Lorenzo un joven de 25 años, hasta quien llegaron en base a datos relacionados a las últimas llamadas que el excapellán recibió en su celular antes de ser ultimado.

Otro sujeto identificado como Aníbal Talavera Oviedo (30) fue detenido posteriormente en Santa Rita, Alto Paraná, a quien también llegaron por el método investigativo de cruce de llamadas. Asimismo, había sido detenido Humberto Efraín Talavera González como sospechoso.

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Este último terminó confesando todo y apuntó a Anselmo Fidel Arrúa Cabrera como autor del robo y homicidio del excura.

“Esa noche que pasó todo (el martes 1 de mayo), ‘Moreno’ me llamó como a las 23:30 y me dijo que había hecho un golpe, que le mató a alguien y que necesitaba que fuera a recogerlo o que lo ayudara a esconder las cosas robadas”, había declarado Humberto Talavera tras su detención.

Tanto Aníbal como Humberto y el joven de 25 años fueron liberados posteriormente por el fiscal Salas.