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CIUDAD DEL ESTE (De nuestra redacción regional). Un poblador del distrito altoparanaense de Mbaracayú afirmó que prácticamente no se registran hechos punibles en la zona, pero con lo que ocurrió piden mayor seguridad. La subcomisaría jurisdiccional opera solo con cuatro agentes policiales.
Robson Alfonso afirmó que la familia en cuestión es conocida por su labor en el campo al igual que todos quienes viven en la zona.
“Es la primera vez que ocurre un secuestro en nuestra comunidad. Estamos muy afectados, con un sentimiento de inseguridad porque no podemos salir a hacer una simple caminata. Somos gente que trabaja todos los días y contribuye con la economía del país. Pedimos seguridad para seguir adelante” expresó.
Alfonso también mencionó las dificultades que tienen para salir de la zona, ya que el camino con que cuentan se encuentra en pésimo estado.
El fiscal antisecuestro Alberto Torres manifestó que no puede dar detalles de las diligencias, ya que se trata de una situación muy delicada.
Los datos que se manejan
La víctima Sandra Cristina Maceda Rubert (56) había salido el pasado sábado, a las 15:30 aproximadamente, a realizar una caminata, en un camio vecinal de la zona. en las cercanías a su residencia.
No se conoce exactamente en qué momento fue secuestrada.
Lo cierto es que, como pasaban las horas y la mujer no regresaba a su casa, sus familiares comunicaron su desaparición a la Policía Nacional.
Agentes de la subcomisaría 22ª de la colonia General Díaz realizaron un rastrillaje por si haya sufrido algún tipo de accidente.
Cuando estaban en plena búsqueda, Milton Gabriel Rubert –esposo de Sandra Maceda– recibió una llamada telefónica en el celular de la misma víctima, pues ella lo había dejado en la casa.
Fue así que personas que serían extranjeras, les comunicó que lo de su esposa se trataba de un secuestro.
La llamada se registró a las 19:15 aproximadamente, de acuerdo a los datos oficiales.
Los captores, quienes hablaban en portugués, pidieron US$ 250.000 para su liberación.
Además le comunicaron a Rubert con su esposa. El hombre señaló que estaba dispuesto a pagar el rescate.
De inmediato, la comisaría 22ª dio participación a los agentes del departamento Antisecuestros, de Investigaciones y al personal de Prevención en Seguridad.
Supuestamente, el plazo para la entrega del dinero era hasta ayer a la mañana, pero hasta donde se pudo saber no había ninguna novedad al respecto, es decir, si se pagó o no lo exigido.
Los intervinientes se manejan con mucho hermetismo para no entorpecer la investigación.
Igualmente, pidieron a los agentes policiales y a los periodistas que abandonen la zona de la casa de la víctima.
Hasta el cierre de la edición nada se sabía sobre la situación de la mujer, lo que hacía más angustiosa la espera.
La misma víctima confirmó
“Seguidamente le hizo hablar con su esposa y la misma le manifestó que fue secuestrada y que presumiblemente se encontraría en un monte. Posteriormente su esposo le manifestó que se tranquilice y que el mismo no tendría inconvenientes en pagar el rescate”, así dice parte de un informe policial, que confirma sobre el pedido de rescate.