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Los casi cuatro mil hechos corresponden al 2019 y son a nivel país. Aún no se tienen registros del año 2020 cuando la pandemia fue mas dura y muchos niños, niñas y adolescentes estuvieron en sus casas. Lugares donde hay un porcentaje importante en que se dan los abusos y maltratos. Cid lamentó que las estadísticas no revelen la realidad, pues numerosas personas ocultan o callan cuando se enteran de estas atrocidades.
Por dar algunos indicadores más, la especialista dijo que en lo que va del 2021, la línea de Fono Ayuda 147 recibió 600 llamadas. Discriminando en algunos meses; en mayo fueron 99, y en junio se elevó a 136. Aclaró que sobre los que sufren vulnerabilidad como la pobreza extrema relacionados al acceso a la alimentación, salud o educación no se tiene información actualizada desde el inicio del Covid.
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Cid reconoce que la pandemia no permitió que se pueda acudir de manera rápida ante los llamados y que esta crisis sanitaria deja sus secuelas a la niñez que no se están visualizando. Por esto, Unicef pide compromiso de actores locales que en las comunidades ayuden a descubrir los casos y que se investiguen.
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Con una guía practica podemos ser Protectores voluntarios de la niñez y la adolescencia, dice Cid
En otra parte de la nota, la experta invitó a la gente a que ingrese a sitio web del Ministerio de la Niñez y la Adolescencia www.minna.gov.py y revise algunos parámetros importantes para darse cuenta en qué momento un infante podría estar siendo víctima de violencia. Al ingresar a la página, a la derecha se encuentra un cuadro que se titula: Protectores voluntarios de la Niñez y la Adolescencia. Después aparecen varias pestañas sobre el tema y entre ellas aparece “Guía para proteger”.
Con esto recalcó que podremos aprender y comenzar a prevenir para frenar el avance de la violencia hacia los más pequeños. Insta a escucharlos y a “meterse” para denunciar.
Por último, Cid reforzó su intervención solicitando que los ciudadanos sean parte de la campaña: “Todos somos responsables”, de manera a que no solo los menores que están en la familia o barrio sean atendidos, sino que fijar nuestra mirada y oídos a todos por más distantes que estén de nuestros hogares.
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