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Los dirigentes exhibieron varias fotografías aéreas donde se pueden observar actividades relacionadas con la producción de carbón vegetal con la instalación de varios hornos en áreas que ya se han deforestado.
“Manifestamos el rechazo a las actividades diversas que tienen consecuencias negativas sobre el medio ambiente. En este contexto, cabe destacar nuestra preocupación generada a raíz de la fabricación de carbón por parte de algunos pobladores en nuestra comunidad, cuya actividad implica la tala de bosques, y otros factores de impactos negativos, contraponiendo al objetivo de la ley de Deforestación Cero”, señala parte del comunicado.
Martina Paredes, presidenta de la comisión de familiares de las víctimas, dijo que desea que la ciudadanía se entere de esta situación, aclarando que los responsables del delito ecológico no son de su sector.
En Marina Cue están apostados dos grupos antagónicos de campesinos. A parte de la comisión de familiares, en Marina Cue está la comisión Naranjaty, liderado por los hermanos Castro (Néstor y Adalberto).
Ya en el 2019, el grupo de Martina Paredes y Darío Acosta, líderes de la comisión de víctimas de la masacre, presentó una denuncia ante el Ministerio Público por tala de árboles, acción que ahondó aún más la división con los Castro, quienes defienden el aprovechamiento de la madera para la construcción de viviendas y la subsistencia de los pobladores.
De acuerdo con las informaciones proveniente del lugar, la tala de árboles es constante y día a día está creciendo el área deforestada. Presumiblemente empresarios que se dedican al negocio del carbón, ya sea para el mercado interno como para la exportación están financiado la construcción de los hornos en el lugar, con la presunta anuencia de algunos de los líderes del lugar. Hasta el momento, ninguna autoridad se constituyó en la localidad para verificar la denuncia.