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El obispo de la ciudad de San Lorenzo, monseñor Joaquín Robledo, resaltó la necesidad de defender la vida desde su concepción hasta la muerte natural y condenó de forma tajante el aborto y calificó este hecho como la peor pandemia en el mundo.
Dijo que “la familia es la iglesia doméstica, cuna del amor y la vida, cuya defensa es un derecho fundamental de las personas, porque es inviolable, la vida tiene un valor absoluto y que nadie tiene derecho de decidir por la vida de los inocentes”.
“No se puede destruir la vida de los inocentes, de los recién nacidos; hoy, el aborto es la peor pandemia que azota al mundo, y esta realidad nos trae muchas preguntas, como por ejemplo, dónde está la niña Yuyú, Edelio Morínigo, Félix Urbieta y Óscar Denis, pero no tenemos respuestas”, expresó el prelado.
También recordó a los hermanos indígenas que son despojados de sus tierras por los poderosos y que tienen que mendigar para comer. Agregó que resalta la corrupción y la impunidad que reinan en nuestro país, en donde priman la desigualdad y el desinterés por el bien común.
El cuidado del medio ambiente fue otro de los temas de reflexión y en ese contexto imploró un mayor respeto a nuestro hábitat natural y dejar de contaminar y de destruir nuestro planeta.
En la parte final de la homilía en honor a San Lorenzo, el obispo pidió por el fin de la pandemia del covid-19 y de la corrupción en nuestro país. Antes de la misa central se realizó la tradicional procesión de la imagen por el microcentro de la ciudad.