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Yasmina Becker, del Consorcio Corredor Vial Bioceánico, denunció en sus redes sociales el hallazgo de un ejemplar de yaguareté gravemente herido, que no alcanzó a llegar al refugio para ser salvado ni el salvajismo al que fue sometido.
El felino fue encontrado al costado de la Ruta Bioceánica. El yaguareté es el felino más grande de América y se encuentra bajo una amenaza crítica de supervivencia, ya que no hay forma de determinar cuántos ejemplares existen.
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“A través del Consorcio Corredor Vial Bioceánico nos han acercado el animal para la revisión correspondiente y toma de muestras para ADN (...) además de que trataremos de conservarlo para fines educativos y científicos. Es un animal joven, macho, de 87 kilos, el animal presenta fracturas varias, pero así también se notan varios impactos de bala”, posteaba también Holger Bergen, dueño del refugio Urutaú.
Las principales causas que apeligran esta especie son: la caza furtiva, que a pesar de la prohibición es la principal amenaza que enfrenta el yaguareté actualmente; también la destrucción y degradación de ambientes, ya sea para extender la frontera agropecuaria o la deforestación realizada con otros fines, que va reduciendo la superficie de los bosques y selvas que habita.
Por ser un carnívoro de gran tamaño, requiere de grandes extensiones de hábitat en buen estado para sobrevivir, o bien, territorios menores pero conectados entre sí a través de corredores.
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También la escasez de presas naturales amenaza la especie, ya que el hombre caza los mismos animales que el yaguareté, afectando directamente sus posibilidades de alimentarse y obligándolo a buscar presas alternativas como el ganado doméstico.