Encarnación: evalúan aportes de Correcaminata Solidaria

Con un almuerzo comunitario y la entrega de donaciones al Hospital Regional de Encarnación se puso cierre a la última edición de la Correcaminata Solidaria, la segunda que se realiza en el contexto de la pandemia de covid-19, y la vigésimo segunda desde 1999.

El doctor Walter Benítez, director del Hospital Regional de Encarnación, durante la recepción de elementos donados por la organización de la Correcaminata Solidaria.
El doctor Walter Benítez, director del Hospital Regional de Encarnación, durante la recepción de elementos donados por la organización de la Correcaminata Solidaria.Juan Augusto Roa

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La Correcaminata Solidaria nació como una actividad para promover la vida saludable a través del deporte, y la actividad solidaria como una compromiso social de la comunidad educativa y vecinos.

Desde 2020, debido a las restricciones sanitarias provocadas por la pandemia de covid-19, no se pudieron realizar las competencias y juegos deportivos.

En su reemplazo, estudiantes, docentes y directivos de la Universidad Autónoma de Encarnación y el Instituto de Formación Docente “Divina Esperanza” encararon actividades de ayuda social enmarcadas en apoyo al personal de blanco del Hospital Regional de Encarnación, el Hospital Respiratorio del Instituto de Previsión Social (IPS), el albergue hospitalario del distrito de Obligado, y la asistencia a familiares de afectados por la pandemia, con almuerzos comunitarios y entrega de víveres y elementos de seguridad sanitaria en barrios carenciados.

La jornada de cierre de la edición 22 de la Correcaminata tuvo lugar el pasado viernes en el barrio Chaipe de Encarnación, donde fueron distribuidos kits de alimentos y elementos de higiene.

De acuerdo a un conteo proporcionado por los organizadores de la Correcaminata, fueron entregadas 5.600 raciones de almuerzo, 800 kits de alimentos de 5 kilogramos cada uno, 317 mantas al personal de blanco, dos heladeras al Hospital Regional y al centro de salud del IPS), cuatro estufas, 32 reposeras para pacientes, familiares y personal de blanco; seis jarras eléctricas, dos hornos de microondas, dos muebles para sala de descanso, tres bebederos, 1.000 litros de alcohol en gel, 79 batas hospitalarias y 25 sábanas hospitalarias,

También se entregó 200 kits de higiene personal, 100 litros de lavandina, 65 litros de alcohol, insumos para salas de descanso del personal médico como café, te, leche o galletitas.

La rectora de la UNAE, Nadia Czeraniuk, valoró enfáticamente el apoyo de empresas, vecinos, estudiantes y docentes que hicieron posible que se cumpla con el propósito de ayudar y cooperar en un ambiente de grandes necesidades.

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