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El sospechoso, quien en aquella época tenía 34 años, estuvo prófugo los últimos 23 años, hasta que el martes último fue capturado por agentes del departamento Contra el Crimen Organizado, en el barrio Sajonia. Esta mañana fue llevado ante la jueza penal de sentencia Nilda Giménez Bogarín para la imposición de medidas. Sin embargo ya no encontraron el expediente sobre el presunto homicidio.
Ante esta situación, la magistrada decidió que Cuandú sea remitido a la cárcel de Tacumbú, mientras se designe un fiscal para la causa y la reconstrucción del expediente a partir de la copia de una copia, que una hermana de la víctima, identificada como Griselda Cibils, tiene en su poder, explicaron fuentes de la citada unidad policial.
Una historia de maltratos físicos y psicológicos
Precisamente, Griselda recordó a ABC, entre lágrimas, las últimas semanas de vida de su hermana Mercedes Raquel Cibils, quien era una joven llena de vida, muy atlética y emprendedora. “A su corta edad ya administraba un pequeño negocio de venta de comidas, ubicado sobre la calle Dr. Paiva casi Guillermo Arias”, recordó.
Según Griselda, Mercedes Raquel y Enrique Manuel Cuandú ya llevaban un noviazgo de dos años, cuando él comenzó con los maltratos físicos y sicológicos. Sin embargo, la joven nunca le contó a sus padres las constantes agresiones que sufría de parte de su pareja.
Según los allegados, Mercedes Raquel cumplía 18 años el 8 de marzo de 1998, y un día antes su pareja nuevamente la atacó brutalmente, por lo que la joven decidió finalizar la relación. Es más Cuandú ya no participó del festejo, según mencionaron.
Sin embargo, el hombre que en aquella época ya trabajaba como asistente de un magistrado, cuyo nombre ya no recuerda Griselda, y seguía acosando a la víctima, la vigilaba constantemente y hasta la habría amenazado.
Un ataque cruel y una penosa agonía
En la tarde del sábado 16 de mayo de ese año, Mercedes Raquel estaba limpiando su local con una mezcla de agua y alcohol cuando el sospechoso llegó con supuestas intenciones de “renovar la relación”. Sin embargo, cuando el hombre nuevamente recibió una negativa intentó agredir y hasta abusar de la joven, quien se resistió y lo sacó del lugar.
Pero en un descuido, Cuandú irrumpió en el negocio tomó el líquido, lo derramó sobre la víctima y le prendió fuego con un encendedor. En cuestión de segundos, Mercedes Raquel quedó envuelta en llamas hasta la cintura.
Después de esto, Cuandú, aparentemente intentó auxiliar a su exnovia, pero tras sufrir algunas quemaduras en los brazos escapó del lugar, mientras que la joven era socorrida por los vecinos, quienes con ayuda de los padres la llevaron a un sanatorio privado del barrio, donde quedó internada.
Durante aquellos terribles días de internación Mercedes Raquel sufrió la amputación de las orejas, parte de la nariz y los senos. Finalmente, tras una agonía de más de un mes, la joven de 18 años falleció el domingo 21 de junio de ese año.
Desde ese momento el sospechoso desapareció por al menos 10 años. Se efectuaron seis allanamientos en su busca, pero nunca se lo pudo ubicar. Aparentemente, el hombre contaba con la protección de algunas autoridades muy influyentes de la época, señaló Griselda.
Unos años atrás, Cuandú nuevamente comenzó a trabajar como gestor con un grupo de abogados, pero sin ningún tipo de documento, ya que la última vez que renovó su cédula fue en el año 1996.
Finalmente, en la mañana del martes último agentes del departamento Contra el Crimen Organizado lo capturaron sobre la calle Ñuflo de Chávez, en el barrio Sajonia de Asunción, según informaron.