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Dos policías y un guardia de seguridad fallecieron anoche tras ser atacada una patrullera de la Policía en San Alfredo, Concepción. Otro civil fue herido y dos uniformados resultaron ilesos tras el ataque de asesinos desconocidos que rociaron a balazos el móvil en el que hacían el recorrido los agentes.
Crescencio Portillo, director de Policía de Concepción, estimó este miércoles en conversación con ABC que unas 8 o 10 personas fueron las que actuaron en el lugar. Hizo este cálculo con base en los más de 30 balazos que recibió la patrullera en el lado del acompañante y precisó que había rastros de balas de armas de varios calibres. “Por los impactos que encontramos al lado del acompañante, serían como de 30 a 40 impactos. No son balas de un solo calibre”, indicó.
Los fallecidos fueron el suboficial principal Dionisio Ávalos Pereira, de 44 años, subjefe de la Comisaría 12ª de San Alfredo; el suboficial inspector Odelio Insaurralde Rodríguez, de 37 años, al servicio de la misma comisaría, y Leonido Medina, guardia de seguridad privada de la estancia San Fernando.
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También fue herido con arma de fuego Clemente Díaz, guardia de seguridad privada de la estancia, quien fue derivado a la ciudad de Concepción para su atención médica. Los otros agentes que sobrevivieron al ataque fueron identificados como el suboficial inspector César Francisco Rodríguez Castro y el suboficial inspector Juan Recalde.
El comisario Portillo detalló que manejan la hipótesis de que los asesinos buscaban tomar por asalto el retiro de la estancia y se encontraron con la patrullera de la Policía por sorpresa, por lo que la atacaron. Agregó que en el retiro había seis o siete personas con armas de fuego y que probablemente, al tomar el sitio, los criminales las iban a desarmar.
“En ningún momento acudieron a un pedido de auxilio. Ellos estaban realizando patrulla. Una de las hipótesis es que querían atentar el retiro (…) No escuchamos a través de la radio ningún pedido de auxilio o algún elemento en donde van a intervenir en son de ayuda. Estaban haciendo patrulla. Llegaron al lugar inoportuno y en hora inadecuada”, sostuvo el comisario Portillo, al tiempo de precisar que este recorrido que hacían los uniformados a diario no se realizaba en un horario regular para evitar la rutina.
Finalmente, Portillo defendió la actuación de los policías porque el patrullaje que hacen en la zona –a la que considera “roja”, por la actuación de grupos criminales supuestamente terroristas– dan una “sensación de seguridad” a la población vecina, aunque indicó que él no dio la orden para el operativo, ya que en ese sentido las comisarías y dependencias policiales generalmente son autónomas.
El Ministerio Público informó, por su parte, que el fiscal antisecuestro Carlomagno Alvarenga es el encargado de investigar el suceso.