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El autódromo exAratirí de Capiatá es el claro ejemplo de la baja concurrencia de personas. Hace 21 días, cuando tocaba la aplicación de primeras dosis, estaba completamente repleto, con filas que rodeaban todas las inmediaciones y reclamos de esperas de hasta 12 horas. A esta hora de la mañana, la gente reporta que solo tarda 15 minutos.
La afluencia es muy baja en dicho vacunatorio nacional y los trámites son mucho más rápidos en el caso de las segundas dosis, según explicaron los encargados. Sin embargo, está siendo evidente que esta semana no está asistiendo el número total de personas que deben acudir en las jornadas.
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Lo mismo sucede por ejemplo en el Club Fomento de Barrio Obrero, donde 846 personas hoy deben recibir su segundo componente de la antiCOVID, pero esta mañana se veía menos de 100 personas al inicio de la jornada. La vacunación es rápida y ágil, a diferencia de unas semanas atrás.
Un similar panorama se observa en los puestos ubicados en la Cooperativa San Lorenzo y el UNACE, sobre Mariscal López. El primero se encuentra totalmente vacío, con cientos de sillas disponibles, mientras que la sede del mencionado partido tiene una asistencia constante pero muy baja.
De la misma manera se encuentran los puestos de vacunación de la Facultad de Derecho y el Hospital Materno Infantil de Trinidad. Ambos registran una asistencia mínima y un tiempo de espera bastante reducido, en comparación a jornadas pasadas.
Es importante recordar que ayer le correspondía acudir a las personas que recibieron su primera dosis el lunes 12 de julio, fecha que había sido dedicada a los trabajadores priorizados. Hoy tienen que acudir aquellos que se vacunaron el martes 13 de julio, día en que se inició la vacunación para todos los de 35 años en adelante, ya sin importar las enfermedades de base.
Desde el Ministerio de Salud se recuerda a la población que ya no se tiene en cuenta el número de cédula y los ciudadanos deben completar su esquema en el mismo vacunatorio en el cual recibieron la primera dosis.
La importancia de recibir ambas vacunas radica en que solo así se alcanza el máximo porcentaje de inmunidad para hacer frente a la enfermedad, con menos riesgo de internación y muerte.
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