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La entidad privada, a través de un informe que dio a conocer este jueves, explica que teniendo en cuenta la necesidad de lograr la eficiencia en el Estado es imprescindible regular las relaciones entre la administración pública y sus funcionarios y establecer las normas y procedimientos de la carrera del servicio civil.
El tema fue debatido en la noche de ayer por el exministro de Hacienda, César Barreto; el exministro de Educación, senador Enrique Riera; la empresaria y especialista en recursos humanos, Patricia dos Santos; el presidente de Dende, Alberto Acosta Garbarino; y Yan Esperanza como moderador.
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El informe de Dende recoge lo manifestado por los diferentes participantes, en ese sentido Acosta Garbarino dijo que es necesario contar con un Estado que invierta más y gaste menos, que brinde servicios públicos de calidad, para lo cual se necesitan funcionarios con mayor capacidad, eficiencia y formación.
Sostuvo que la enorme rigidez que tiene el empleo público, además de representar una enorme carga en el gasto público, consumiendo alrededor del 78% de los ingresos tributarios que pagan los contribuyentes.
“El sector privado sufrió los rigores de la pandemia, el desempleo, la reducción de ingresos, mientras el sector público siguió con estabilidad y los beneficios que siempre tuvieron”, puntualizó sobre la marcada diferencia entre el empleo público y el privado.
El exministro Barreto propuso institucionalizar y transparentar todos los concursos, eliminar la figura del contratado, establecer un plan de carrera con reglas claras y razonables, vinculado a una estructura orgánica.
Además, habló de la necesidad introducir buenas prácticas organizacionales, mencionando que algunas instituciones estatales pudieron implementarlas a lo largo de los años y dieron resultados positivos, como es el caso del Banco Central del Paraguay (BCP) y, en su momento, el Ministerio de Hacienda con el liderazgo del ex ministro Dionisio Borda que implementó un cambio drástico en la institución. A criterio de Barreto, el BCP se institucionalizó en un 90%, mientras que Hacienda alrededor del 60% al 70%.
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El exministro hizo hincapié en que se necesita contar con un régimen institucional que genere los incentivos adecuados para los funcionarios, con reglas transparentes para que los mismos puedan tener una perspectiva de desarrollo de su carrera sin tener que recurrir a padrinazgos. Porque si bien existen normativas y se realizan los concursos, el problema está en la ejecución de las mismas y en cómo se implementan.
“Es muy importante encarar esta reforma porque el Estado tiene un problema de confianza, especialmente de los contribuyentes. Estamos llegando al límite en los cuales ya los recursos no alcanzan, tampoco vamos a poder seguir endeudándonos para poder seguir invirtiendo en infraestructura. Entonces, hay que ordenar esto que se desordenó por tanto tiempo, para que funcione mejor y que el Estado sea más competente y eficiente en los servicios que tiene que prestar a la ciudadanía”, indicó Barreto.
Ganar más y trabajar menos
Por su parte, Patricia dos Santos, afirmó que el sector público es atractivo para los niveles bajos, porque no existe la presión que pone el cliente, se gana más al ingresar, se trabaja menos horas, existen más feriados y asuetos, los aumentos salariales se logran muchas veces por presiones, huelgas o momentos políticos. En cambio, agrega, que quienes tienen mayor ambición de crecimiento prefieren el sector privado, porque el aprendizaje y las exigencias son mayores.
“Las personas que quieren hacer carrera en su vida profesional salen del sector público y se van al privado lo antes posible, porque piensan más en la empleabilidad y no tanto en la estabilidad como es en la función pública”, remarcó.
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El senador Riera, exministro de Educación, señaló que el sector público es un poco la ley de la selva donde el que tiene más peso es el que mejor gana. “Ni entremos a hablar de las binacionales”, afirmó al explicar que los mayores beneficios ante las exigencias menores son las razones por las cuales la gente quiere tanto un cargo público. A su criterio es necesario llevar este proceso de reforma a la luz de un debate con los sectores involucrados para encontrar un mínimo consenso.
Los participantes concluyeron en la necesidad de llevar adelante la reforma del servicio civil, reconociendo también que existen islas de excelencia en la función pública, con estructuras que han mejorado bastante en las últimas décadas, destaca el informe de Dende.