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Digna Morilla, perito indígena, explicó que los representantes de las tres asociaciones de comunidades indígenas resolvieron recurrir a las autoridades en vista a que los seguidores de los cultos rechazan las costumbres nativas por calificarlos como “satánicos” y provocan conflictos con los demás nativos.
Indicó además que muchos de ellos, una vez “bautizados”, son obligados a dar el diezmo, inclusive personas que reciben beneficios de programas sociales, en lugar de destinarlos a alimentación terminan entregando a los líderes de dichas iglesias.
Por otro lado, se refirió a la experiencia que tuvieron los miembros de la comunidad Yvypyte donde el pastor, con anuencia de algunos miembros de la comunidad, seducían a las niñas indígenas y en algunos casos las sometían sexualmente. El caso fue descubierto luego de que varias adolescentes de entre 13 a 15 años quedaron embarazadas. En aquel entonces, el pastor y sus cómplices fueron procesados, dijo.
Explicó que en la oportunidad la habían amenazado de muerte.
También refirió que en su carácter de funcionaria del Poder Judicial viene acompañando a numerosas adolescentes que dieron a luz en el Hospital Regional. Los alumbramientos, en su mayoría fueron producto de violación, casos que lastimosamente no son denunciados porque los religiosos convencen a las víctimas.
“A esa edad son algo ingenuas. Les dicen que les van a ayudar económicamente, pero a los pocos meses ni eso hacen, dijo.
La funcionaria añadió que temen que vuelva a ocurrir lo que se dio en Yvypyte, ya que según explicó, los predicadores usan el mismo modus operandi, es decir, convocan a los adultos en un determinado horario. Las adolescentes mujeres acuden al culto separados de sus padres y de los adolescentes varones. Con esta denuncia esperamos evitar algo similar a lo ocurrido en la mencionada comunidad indígena, finalizó.