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“Queremos decirle al presidente Mario Abdo Benítez, por ahora esta delegación forzosamente se retira, pero que la misión no ha terminado, que la misión va a volver con todas las garantías y mucho más amplia”, indicó uno de los representantes argentinos de la comitiva internacional conformada por otros cuatro de sus compatriotas, así como de un colombiano.
El grupo había arribado a nuestro país ya con una controversia instalada, puesto que por nota al presidente Abdo, el Mecanismo Nacional de Prevención de la Tortura (MNP) había solicitado al Gobierno otorgar estatus de “misión humanitaria” a este grupo, además de no interferir en sus labores en el norte del país.
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Esto incluso motivó el repudio de familiares de secuestrados, puesto que cuestionaron que el grupo viniera a buscar a la menor de 14 años, que habría sido reclutada por sus propios familiares para unirse al grupo criminal, mientras ninguna organización se movilizó de igual manera para buscar a sus familiares arrancados de su lado.
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“Pensamos que entramos a un país libre, democrático y que podíamos desarrollar nuestra actividad como militantes de Derechos Humanos en una acción internacional”, cuestionaron y dijeron que ni siquiera en Colombia encontraron similares inconvenientes.
Sobre la decisión de la expulsión del país, el Gobierno argumentó que solicitaron al grupo que comuniquen las acciones que realizarían en el norte del país, a fin de ser resguardados, ya que pretendían ingresar a una zona peligrosa por presencia de grupos criminales como el EPP, sin embargo, hoy fueron detenidos en un control militar, por lo que fueron demorados y trasladados a Concepción, y posteriormente a Encarnación, donde se debe concretar su expulsión.