Ayer en plena sesión de la Cámara de Diputados, Roberto González Segovia calificó de “putitas” a los que critican a la Asociación Nacional Republicana (ANR) por el escándalo de Itaipú. Con esto, una vez más el legislador colorado por Cordillera fue foco de críticas, aunque pocos saben que el mismo ha asegurado a varios familiares en Yacyretá e Itaipú.
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Según los últimos datos, el “Clan González” cobra más de G. 2.000 millones por año solo de binacionales. Una de las mejores ubicadas es su joven hija de 25 años, Rocío Belén González Segovia, quien percibe un salario de casi G. 20 millones por mes con beneficios extras en Yacyretá.
También tiene a su hermano, el exdiputado por el departamento de Cordillera Víctor Luis González Segovia, ocupando el cargo de consejero de Itaipú con un salario promedio de G. 84 millones mensuales.
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Así también, Roberto Ariel González Benítez es otro de los hijos del diputado y se desempeña como jefe de servicios generales en la Caja de Jubilados de Itaipú. Recibe un salario promedio de G. 25 millones.
Pero no solo tiene a sus hijos y hermanos bien instalados. En agosto del año pasado, en plena crisis por el covid-19, logró ubicar a su yerno, Sebastián Nicolás Bernard Zunini, como funcionario de la EBY. Su salario básico es de G. 12 millones mensuales.
Cabe resaltar que el diputado González fue ministro de Defensa durante el Gobierno de Nicanor Duarte Frutos, quien hoy es director paraguayo de Yacyretá.
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Precisamente por su caso de nepotismo, en varias ocasiones ha “defendido la soberanía” de las entidades binacionales y cuestionado que el Parlamento se “entrometa” para modificar o redireccionar el presupuesto y los gastos sociales.
Ya en esa ocasión manifestó que la oposición lo que realmente buscaba era sentar a los colorados en el banquillo de los acusados y mostrarlos como “hijos de Satanás” o del ser mitológico guaraní “Moñai”.
Ayer nuevamente fustigó contra la oposición y demostró su molestia ante las críticas hacia la ANR tras el lapidario informe de la Contraloría General de la República (CGR) sobre la deuda histórica de Itaipú.
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Con un vocabulario bastante vulgar, en su intervención manifestó: “Aborrezco a quienes con tanto con odio y tantas mentiras quieren envenenar a todos los paraguayos (…) Aborrezco a las putitas con escapularios; sin embargo, respeto a las putitas que revolean su cartera”.
Esto fue duramente cuestionado por todo el país a través de las redes sociales, principalmente por líderes mujeres que lo calificaron de machista y hasta misógino debido a sus declaraciones.
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