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Las ganas están pero la salud debe ser priorizada, según los maestros. Para Silvio Piris, de la Federación de Educadores del Paraguay (FEP), habría un consenso, pero cada Comité de Riesgo de las instituciones educativas está obligado a analizar caso por caso.
Piris sostiene que gran parte de los trabajadores de aula están recibiendo la Pfizer, por lo que cree que antes de setiembre este grupo estará más protegido contra la enfermedad. Considera que para los vacunados con la Sputnik V u otra plataforma cuya segunda aplicación se realiza luego de tres meses se debería tener un dictamen médico para el regreso. Según su registro, son 5.000 los que tienen la dosis de origen ruso.
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Gabriel Espínola, de la OTEP- A, es de la tesitura de una vuelta progresiva pero prestando atención a los lugares donde hubo más letalidad y que las condiciones de bioseguridad de la escuela o colegio sean las ideales de acuerdo al protocolo sanitario. Coincide con otros gremios en la idea de reforzar los sitios donde la presencialidad ya se venía ejecutando. También dio a entender la importancia de que los alumnos que médicamente puedan sean vacunados.
Eladio Benítez, de la Unión Nacional de Educadores, prefiere que sea en setiembre. “No es recomendable que se vuelva sin que todos tengan su segunda dosis”, afirmó. Mientras siga habiendo zonas rojas, “no es prudente” por la situación epidemiológica, argumentó. Además teme que niños asintomáticos puedan contagiar dentro de las clases. Calificó de una barrabasada las expresiones de Brunetti de que no hay lugar más seguro que la escuela. Las estadísticas de la UNE hablan de 92 mil involucrados en las casas de estudio entre docentes y administrativos.
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Por su parte, el presidente del Sindicato Nacional de Directores, Miguel Marecos, tiene contabilizados hasta ayer 65.000 docentes vacunados con la primera dosis. Sin embargo, de estos, 15.000 tendrán su segunda vacuna recién en setiembre, por no corresponderle la Pfizer. Concuerda con el resto en que la evaluación de los Comités de Riesgo de cada zona será determinante. “Todos quieren volver”, comentó Marecos.
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Por otra parte, expresó su preocupación por la deserción escolar, que actualmente llegaría al 2%, y consideró que todo se debe a los múltiples problemas de la virtualidad. El envío de tareas por WhatsApp o la falta de conexión a distancia fueron causantes de un mal aprendizaje. Materias como matemáticas son de difícil comprensión sin la presencialidad, señaló. Puso énfasis en que a la fecha 370 maestros perdieron la vida por causa del virus.
Se estima que son 71.000 los docentes registrados en el sector público para 8.600 locales educativos. El ministro Brunetti comentó que 3.408 se vacunaron por enfermedades de base y que el 80% de las escuelas pueden cumplir con los protocolos.
Durante la reunión con el MEC que se haría la semana que viene van a sentar sus posturas sobre la mesa. Esperan tomar la mejor decisión y existen tres posibilidades: la presencialidad total en algunos puntos, solo la virtualidad o la híbrida en otras partes. Incluso se pretende conversar con padres, estudiantes y el propio presidente de la República.
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El 8 de julio pasado, el titular de la cartera educativa comentó su esperanza de que en los primeros días de agosto, cuando eventualmente los docentes hayan recibido las vacunas, se pueda dar un retorno en masa a las escuelas con la presencialidad. Su deseo se produce porque cerca del 100% estudia en la modalidad a distancia.
De llegar a este panorama se podría ir aumentando la cantidad de estudiantes en sus grados y cursos. No respondió sobre una posible extensión de las vacaciones de invierno, pero sí ve con buenos ojos -dependiendo de la disponibilidad de biológicos- que los niños de 12 a 17 años se inmunicen. En principio, este año algunos padres optaron por la forma híbrida, pero con el tiempo y atendiendo al avance de este mal recularon solicitando que sigan de manera virtual.
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Hace 16 meses se tomaron las medidas por pandemia en Paraguay. Esto significa que desde marzo de 2020 están suspendidas las clases presenciales y hay actualmente una modalidad híbrida, pero más del 70% finalmente opta por la virtualidad.