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En un recorrido llevado a cabo por un equipo periodístico de ABC Color en el predio de la iglesia de la Encarnación, ubicada entre las calles Humaitá y 14 de Mayo del microcentro de Asunción, se pudo constatar vestigios del hurto de focos led de los reflectores, así como de los tubos de cobre y cables de los compresores de acondicionadores de aire.
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En los últimos días, según se puede ver en filmaciones de las cámaras de circuito cerrado con las que cuenta la iglesia, un solitario sujeto fue el que ingresó a través de las altas murallas que rodean el predio.
Es así que durante las “jornadas de faena” que tuvo terminó afectando cuatro compresores de acondicionadores de aire, pues esta persona extrajo los tubos de cobre, los cuales son reducidos para después ser comercializados en ciertos puntos por la suma que ronda entre G. 30.000 a 40.000 el kilogramo, según informó el periodista Ariel Espinoza.
El sacerdote encargado de la iglesia La Encarnación, padre Julio Rojas, comentó además que a consecuencia de los hurtos anteriores perpetrados por una sola persona, pero que no saben si se trata de la misma de siempre, tuvo que reparar dos compresores para cuyo efecto tuvo que inveritr la suma de G. 3.000.000.
A todo esto, agregó Rojas que si dos compresores alcanzaron esa cantidad de dinero, por cuatro que fueron afectados, la el perjuicioserá aún mayor.
En cuanto a las luces, la secretaría de la parroquia Josefina Benítez, señaló que también fueron hurtados dos reflectores led con los que cuentan en la base de la iglesia con una finalidad de iluminación decorativa que, para más, son de importante tamaño. Además, estos están cubiertos por una especie de jaula metálica, pero la misma no evitó que el responsable se haga con los artefactos.
Así también, el malviviente tomó varios de los focos led que están instalados por el alumbrado público del predio de la iglesia. Benítez indicó en este aspecto que, el responsable entra en horas de la madrugada y se toma su tiempo para trepar por los muros y llegar hasta los focos de los alumbrados, así como para desarmar los armazones que protegen los reflectores y rapiñar los compresores.
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De acuerdo a las imágenes del circuito cerrado, se observa que el autor sería un menor de edad, probablemente adicto, que después vende los artefactos para comprar estupefacientes como crack.
Rojas señaló que solicitaron a la Comisaría 3ª Asunción que provea un agente para resguardar el predio, por lo que podría vigilar el lugar desde hoy, principalmente durante la noche y madrugada, horarios en que ocurren los hechos delictivos.