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Ambas empresas son las encargadas de administrar más de 400.000 hectáreas de tierras, pertenecientes a los herederos del reverendo Moon, quienes actualmente mantienen una feroz disputa judicial por la posesión de la inmensa propiedad en el distrito de Puerto Casado en el Alto Paraguay.
En la zona hay una disputa social con varios grupos, quienes pretenden obtener un pedazo de tierra, del lugar donde viven desde hace años. Estos son pobladores de la comunidad, agrupados en la Comisión pro tierras, que desde hace unos 20 años vienen luchando por obtener la tierra propia.
En este sentido recientemente estos pobladores mantuvieron un revés judicial, con la determinación del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de las Tierras (Indert), cuya presidenta Gail Gina González decidió revocar la colonización de hecho de unas 35.000 hectáreas a favor de los habitantes. Esto tras obtener informes que señalan que no existen ocupantes, ni construcciones en las tierras en cuestión, que recibieron en donación.
Conflicto de tierra en Puerto Casado enfrenta a obispos
La determinación de la presidenta del Indert generó el enfrentamiento entre los obispos Gabriel Escobar del Vicariato Apostólico del Chaco y Melanio Medina del comité de Iglesias. Por una parte el religioso de la región occidental repudiaba la acción de la presidenta del Indert por revocar la colonización de hecho, y por sobre todo por basarse en informaciones falsas de sus funcionarios. Mientras que monseñor Medina aplaudía la gestión de esta mujer, por tener la valentía de realizar dicha determinación, atendiendo que detrás de estas tierras se encuentran varios políticos de la zona.
Los representantes de la Comisión pro tierra emprendieron de nuevo la lucha por obtener la legalización de estas tierras donde viven desde hace más de 80 años.
Invasión de tierras
Desde el 2020 un grupo de personas desconocidas de esta zona, autodenominados campesinos sin tierra, tomaron posesión de una parte de la propiedad administrada por la empresa Atenil Paraguay, se ubican a unos 110 kilómetros del casco urbano en la zona de la nueva ruta Bioceánica.
Inicialmente agentes policiales intentaron ingresar en el lugar para verificar la cantidad de personas, pero luego tuvieron que desistir alegando que estos invasores, entre los que se encuentran niños y mujeres, tenían armas y se escondían entre los matorrales. Además carecían de alguna resolución de desalojo judicial.
Los pobladores de Puerto Casado no conocen a los invasores, mientras que para los uniformados policiales varios de ellos serían integrantes de la ex Secta Moon. Los cabecillas de este grupo de supuestos campesinos sin tierras serían los hermanos Alberto y Mauro Gauto, sobre quienes pesan orden de arresto, por lo que se encuentran actualmente prófugos.
Ante esta situación, la empresa decidió contratar a guardias privados para evitar que se produzca más invasiones, y se instalaron en la estancia Casado, distante a unos pocos kilómetros de donde está el grupo de invasores.
“Lucha por la tierra” fue una excusa para el saqueo y pillaje en Casado
Los guardias privados constantemente se pasean por la población, portando armas de grueso calibre, según mencionan los pobladores, como queriendo amedrentar. Esta situación podría generar en cualquier momento enfrentamiento entre grupos, sostienen.