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La Federación Paraguaya de Madereros (Fepama) dio a conocer su enérgico repudio al atropello que sufre la Estancia Kaagatá, ubicada sobre la ruta PY03, entre los distritos de Yby Yaú y Azotey, departamento de Concepción, donde los invasores ya han devastado unas 100 hectáreas reforestadas de eucaliptos para hacer carbón vegetal y comercializarlo impunemente.
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“Exigimos castigo ejemplar a los responsables, a fin de garantizar las inversiones forestales que con mucho esfuerzo y sacrificio se llevan adelante en el Paraguay”, expresa el manifiesto difundido esta mañana por los madereros.
Freno al desarrollo
Según el gremio, la acción realizada por parte de facinerosos atenta contra el derecho a la propiedad privada garantizada en la Constitución Nacional, además de poner en serio riesgo el desarrollo del sector forestal.
Destaca que dicha inseguridad en el primer departamento afecta principalmente a las plantaciones forestales que hoy están en la mira de muchas empresas internacionales, por la intención que se tiene de instalar la primera planta de celulosa en la zona y cuya inversión estimada sería de US$ 3.000 millones.
Según los datos suministrados por Fepama, el inmueble de Mabel Valiente de Ramírez, tiene unas 1.200 hectáreas y desde hace tiempo es invadido por inescrupulosos, y supuestamente ya estarían identificados por la Policía y la Fiscalía de Concepción, pero que incluso a pesar de ello los mismos siguen comercializando sin problemas el producto de la depredación de su monte de eucaliptos.
“De un total de 1.200 hectáreas del campo, dividido en dos fincas, la familia Ramírez Valiente destinó 100 hectáreas a la reforestación con eucaliptos, proceso que inicio unos 10 años atrás, con una inversión de aproximadamente G. 2.100 millones”, señala el informe.
Agrega que los propietarios ya hicieron la denuncia y supuestamente el caso está en manos de la Justicia, de las autoridades policiales y de la Fiscalía, que intervinieron en su momento, pero todo fue en vano.
Indert planteó comprar la tierra invadida
El manifiesto de Fepama también refiere que incluso representantes del Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (INDERT) habían planteado la compra de la tierra invadida ilegalmente, producto de la extorsión y el chantaje de grupos campesinos, quienes sin importarles que se trata de una tierra racionalmente explotada, permanecen en el lugar y hoy están ampliando la capacidad de sus hornos para producir carbón depredando hasta de los últimos árboles plantados.