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La víctima fue identificada como Paolo Joel Zárate (27), sin cédula de identidad, con antecedentes por violencia familiar, hijo de la primera pareja de un agente especial de Secretaría Nacional Antidrogas (Senad), identificado como Rodney Zárate, quien sufrió varias heridas de armas de fuego, presumiblemente pistola calibre 9mm. En tanto que el presunto homicida Alexis Matías Jara Fernández (33), domiciliado en el barrio Santa Ana de Capiatá, miembro de la organización criminal clan Rotela, se entregó horas después en la comisaría Primera de la ciudad de San Lorenzo.
Este último tiene un proceso por tráfico de drogas del año pasado, pero estaba libre, con medidas alternativas impuestas por el magistrado Víctor Fernández , señalaron investigadores de la Policía.
De acuerdo con el relato de los testigos, víctima y victimario formarían parte de una red que se dedica a la distribución de drogas, especialmente crack en la zona. Supuestamente, en la madrugada de ayer, ambos junto a otros allegados estaban en el interior de la bodega denominada “Bodega Pool Bar”, donde jugaban billar y consumían cerveza, pero a puertas cerradas para despistar a los policías.
Pero alrededor de las 02:30, surgió una discusión entre ambos maleantes, por lo que salieron a la calle para resolver las diferencias. Una cámara de seguridad instalada en el lugar muestra el momento de la gresca y el momento en que Jara toma su pistola y acribilla a quemarropas a su ocasional rival, quien logró dar un par de pasos para pedir auxilio a sus amigos, quienes quedaron dentro del local.
El herido fue socorrido y luego derivado al centro asistencial de la ciudad donde finalmente falleció a causa de las heridas sufridas. Mientras tanto, el criminal enfundó nuevamente su arma y corrió unos 20 pasos para abordar una motocicleta en el que lo aguardaba un cómplice con quien finalmente escapó del sitio, pero luego finalmente se entregó a la Policía.
Por su parte, Elías Vega Morales (25), propietario del establecimiento comercial negó que los protagonistas de este sangriento episodio estuvieran tomando dentro de su bodega. Alegó que los mismos estaban en la calle y que a cada rato lo despertaban para pedirle botellas de cerveza, indicaron los intervinientes.
Agentes del departamento de Investigaciones de Central señalaron que tanto Zárate como Jara era adictos y al mismo tiempo se encargaban de distribuir la droga en aquella compañía de Capiatá, por lo que no descartan que la discusión surgió entre ellos a causa de problemas de venta o recaudación, informaron.