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La doctora Laura Flores, especialista en salud ocupacional y ambiental, quien trabaja como consultora en mediciones de contaminación, acompañó a un equipo de ABCTV a verificar la calidad del aire en los colectivos de la capital, en un horario considerado “tranquilo” en cuanto a la cantidad de pasajeros que suben al transporte público. El parámetro fue el nivel de CO2 en el aire de estas unidades. El primer viaje lo hicimos desde la zona del Palacio de Justicia, en Sajonia, hasta Trinidad.
Para la medición, la doctora Flores contó con un aparato medidor del CO2 en el ambiente que en el mercado cuesta al rededor de 200 dólares, un precio alto para un ciudadano de a pie, o en este caso un usuario del transporte público, pero accesible para el Ministerio de Salud o el Viceministerio de Transporte.
“Tenemos que recordar, los valores recomendados son menos de ochocientas partes por millón de CO2. Eso implica que menos del uno por ciento del aire que está en ese lugar, en ese espacio confinado, no ha sido respirado por otras personas”, explica la experta.
Un colectivo pequeño, los popularmente conocidos como “lata de sardina”, con apenas nueve personas sentadas, con las ventanas y puertas cerradas, alcanza rápidamente la cifra máxima tolerada. En cuatrocientos metros cúbicos que puede tener una de estas unidades, cuatro metros cúbicos ya pasaron anteriormente por las vías respiratorias de alguno de los pasajeros, por lo que si este está infectado con el virus, podría contagiar a los demás.
“Con eso lo que aumentamos es el riesgo de una infección por covid, porque nos indica que en primer lugar, la mala ventilación permite que en el lugar pueda haber aerosoles. Si tenemos a una sola persona infectada, por supuesto, sabemos que el virus puede pasar todas las mascarillas sin ningún problema, entonces estamos aumentando el riesgo”, señala la profesional de la salud.
El experimento también se realizó en un bus convencional de vuelta desde el barrio Trinidad hasta Sajonia. Con una cantidad promedio de 35 pasajeros dentro de la unidad al mismo tiempo, el medidor arrojó medidas muy por encima de los máximos permitidos.
“El denominador común son espacios cerrados sin ventilación, que puede ser un vehículo compartido por dos personas, un área laboral, en la casa, realmente ese es el parámetro más importante que es la falta de ventilación en un espacio cerrado.
Según los últimos datos brindados por el viceministro de Transporte, el ingeniero Víctor Sánchez, solo en la semana pasada se registraron seis empresas de transporte que incumplieron las medidas sanitarias en lo que tiene que ver con la aglomeración de personas en su interior. Según las propias palabras del viceministro, parecería ser que algunas empresas del sector “tienen dentro de su presupuesto pagar multas”, por este tipo de infracciones.