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Tras el voraz incendio desatado el 1 de agosto del 2004 en el exsupermercado Ycua Bolaños y buscando aprender la lección para evitar episodios similares, la Municipalidad de Asunción ajustó determinadas ordenanzas, entre ellas la que guarda relación al sistema de seguridad y prevención contra incendios. En el 2014, diez años después, se dio curso a la ordenanza 468/14, que regula la Seguridad Humana y Prevención Contra Incendios (PCI).
Sin embargo, en los últimos años en la capital se reportaron varios focos de incendios de mediana y gran magnitud, como los sucedidos en el antiguo edificio del Instituto Municipal de Arte (IMA), en uno de los bloques del Mercado Abasto Central, en un sector del Mercado 4, en el excine Victoria, en la Terminal de Ómnibus, la Catedral, en un sector del archivo del edificio del Ministerio de la Vivienda y Urbanismo (MUVH) y en oficinas de la vicepresidencia de la República.
Si bien estos últimos focos no pasaron a mayores y no dejaron víctimas fatales, nuevamente dejaron al descubierto lo huérfana que se encuentra la madre de ciudades en materia de seguridad y prevención de riesgos. A esto se suma lo que arrojan ciertos informes de la Dirección de PCI de la Comuna, que inspeccionó 26 edificios de administración pública (tanto dependencias municipales, del IPS y otros ministerios) en los últimos 20 meses.
Durante las inspecciones e intervenciones se detectaron diversas irregularidades y, sobre todo, que en la mayoría de estos edificios no está en los planes de sus ocupantes adecuarse a la ordenanza 468/14. Entre los que no reúnen las condiciones de seguridad necesarias en un 100%, se encuentra el propio edificio de la Municipalidad de Asunción, órgano contralor.
Alarmante
Entre los edificios públicos fiscalizados y notificados en más de una ocasión se encuentra el Hospital Central del Instituto de Prevención Social (IPS), donde los técnicos del área de PCI de la Municipalidad sostienen haber hallado falencias en su sistema de PCI que podrían desembocar en situaciones de riesgo. Una de las inspecciones en este lugar data de febrero del 2020. Desde ese entonces se viene insistiendo a la previsional que se readecue a la ordenanza actual considerando la envergadura de su servicio y la cantidad de personas que acuden por día al lugar.
Otro de los edificios que está en la mira, desde hace bastante tiempo, por incumplimiento en las normas de PCI y por no readecuarse es el edificio del Ministerio de Urbanismo, Vivienda y el Hábitat (MUVH), en cuya sede justamente ya se reportó en el 2020 un foco de incendio que pudo ser controlado. Su expediente ya se halla en el Juzgado de Faltas de la Municipalidad.
Asimismo fue notificado el edificio de la Vicepresidencia de la República que, de acuerdo a los datos, no cumple con las normas mínimas de seguridad establecidas en la citada ordenanza, lo que representa un verdadero riesgo.
Entre otros edificios inspeccionados y que fueron emplazados para realizar ajustes a su PCI se citan, el Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC), la Subsecretaría de Estado de Tributación (SET), el Hospital de Barrio Obrero, el Materno Infantil Loma Pyta, el Mercado de Abasto Central.
Asimismo, en marzo de este año fue notificado el Ministerio de Justicia por la situación de riesgo y vulnerabilidad en que funcionan las penitenciarías Tacumbú y Buen Pastor. Pese a los reiterados pedidos de informes y pese a intervenir los penales teniendo en cuenta “la debilidad estructural encontrada”, dicha cartera no respondió hasta el momento a la Comuna.
Y por casa...
El director de PCI de la Municipalidad de Asunción, Alejandro Buzó, confirmó todos estos datos y explicó que todo edificio que no cumpla con las normativas y ordenanzas vigentes genera preocupación y representa un riesgo para quien lo habite o utilice. Sostuvo que si los edificios siguen incumpliendo las disposiciones y se agotan todas las instancias, sus ocupantes están expuestos a la suspensión de actividades y son pasibles de multas.
En el caso del IPS, Buzó menciona que no se podría ejecutar una suspensión, no obstante remarca que el mero hecho de que sus directivos incumplan las normativas es motivo de alarma, ya que por este hospital transitan cientos de personas.
Buzó añadió que son varios los edificios públicos, como también privados, que en Asunción no reúnen las condiciones de seguridad necesarias contra incendios y que al no ser obligatorio el mantenimiento, se torna aun más difícil la tarea de inspeccionarlos en PCI. Indicó que las inspecciones e intervenciones por lo general se dan por denuncias hechas en redes sociales o en la institución, o bien por controles aleatorios. En muchos casos los dueños se niegan a tal revisión.
Respecto al edificio de la Municipalidad de Asunción, Buzó reconoció que también tiene ajustes que realizar en cuanto a su PCI y que “están en eso”. Agregó que la dirección a su cargo cuenta apenas con 10 inspectores para fiscalizar toda la capital y que trabajan en un mapa de riesgos para facilitar a futuro las tareas del Cuerpo de Bomberos Voluntarios y de otras instituciones, por si se reportaran nuevos incendios.