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El secuestro y asesinato la semana pasada de Jorge Ríos, joven miembro de una familia de ganaderos del departamento de Concepción, ha puesto de nuevo en el centro de las críticas de la ciudadanía al Ministerio del Interior y a la Fuerza de Tarea Conjunta (FTC), una costosa alianza policial-militar que a lo largo de los años ha fallado en prevenir secuestros extorsivos o recuperar a personas que en algunos casos llevan años con paradero desconocido luego de haber sido secuestrados.
El nuevo fracaso del Gobierno con la muerte de Ríos llevó además a nuevas críticas por parte del Congreso, con voces desde la bancada cartista de la Asociación Nacional Republicana (ANR, Partido Colorado) pidiendo la destitución del ministro del Interior Arnaldo Giuzzio y el sector de izquierda del Congreso llamando a la disolución de la Fuerza de Tarea Conjunta.
El ministro Giuzzio se reunió este lunes con el presidente Mario Abdo Benítez para “comunicarle los últimos eventos” en el norte del país, según dijo en una breve entrevista con medios de comunicación hoy en el Palacio de López.
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Giuzzio afirmó que fue a transmitirle al Presidente la convocatoria hecha por el Senado para que el ministro del Interior comparezca ante la Cámara Alta el miércoles, e hizo una “sugerencia” al mandatario.
“Me permití sugerirle que nos gustaría si (los parlamentarios) pueden asistir a la base de la FTC, ya conversé con los comandantes y están de acuerdo en llevarles a los congresistas para que vean ‘in situ’ qué está haciendo hoy la FTC y puedan conversar con otros actores políticos de la zona”, dijo el ministro Giuzzio.
Sobre la convocatoria del Senado, el ministro dijo que “va a ser importante mostrarles en una sesión reservada los avances que tiene la FTC, qué está haciendo, cómo, y pueden hacer consultas sobre el uso de su presupuesto”.
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Este lunes, agentes de la FTC y del Ministerio Público realizaron cuatro allanamientos en Sargento José Félix López, Concepción, en busca de dos supuestos miembros de la Agrupación Campesina Armada-Ejército del Pueblo, el grupo al que se atribuye el secuestro de Ríos, aunque no hubo detenidos.
El domingo se detuvo en Brasil, cerca del lugar donde el cuerpo de Ríos fue hallado, a una pareja en cuya posesión se encontró un teléfono celular supuestamente utilizado por los secuestradores para negociar con la familia Ríos.