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La obra de alcantarillado sanitario de San Juan Bautista, Misiones, es un proyecto del Ministerio de Obras Públicas y Comunicaciones (MOPC). Tiene un costo de US$ 5.000.000 y es financiado por el Banco Interamericano de Desarrollo (BID), el Fondo Español de Cooperación de Agua y Saneamiento para América Latina y el Caribe (Feccasalc) y una contrapartida de fondos locales.
El proyecto es encarado por la Gerencia de Proyectos de Agua y Saneamiento (GPAS), dependiente de la Unidad Ejecutora de Proyectos (UEP) del MOPC.
Los trabajos comenzaron en el año 2015 y tenían un plazo de un año, pero -como las demás obras- quedaron paralizados, en este caso por cinco años.
La obra fue ejecutada por el Consorcio Aguas del Paraguay, pero este a su vez realizó subcontrataciones de los trabajos de varias empresas y al final se desconoce a los responsables.
La Municipalidad, a cargo del intendente Juan Carlos Meza Medina (PLRA), poco hace en defensa de los futuros usuarios. En ese sentido, la población se encuentra indefensa y vulnerable por el pésimo trabajo que realizan los subcontratistas.
Las obras actualmente se centran en la colocación de caños en el marco de la red condominial que permitirá a los vecinos la conexión a la red básica de 22 km que ya fue instalada. Este sistema, según los estudios técnicos, permitirá que las aguas negras lleguen a la Planta de Tratamiento de Aguas Residuales (PTAR), que se encuentra concluida.
El sistema de alcantarillado incluye los desagües cloacales y aguas servidas a través de tubería instalada en las calles y que desemboca en la planta de tratamiento.
En total se construyeron seis bandejas a cielo abierto, a escasos metros del radio urbano y del vecindario. Esta cercanía de la planta de tratamiento de cloacas también es motivo de preocupación de los vecinos.
El problema está en el trabajo mal hecho porque, además de generar incomodidad a los vecinos afectados, no se reparan los daños ni se dejan en condiciones las veredas frente a los domicilios particulares.