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“El que consume va a consumir nomás luego siempre”, explicó el senador Fernando Silva Facetti para graficar por qué es necesario que nuestro país se plantee, tarde o temprano, la opción de despenalizar la marihuana.
Sostuvo que es la única manera de que los pacientes que necesitan del aceite de cannabis para tratar enfermedades dispongan de la producción necesaria para adquirir este preparado.
“Personalmente creo que es un paso que tendríamos que dar en la brevedad, no solo porque el que consume, consume nomas luego, sino que si producís marihuana para fines recreativos, vas a estar controladísimo por el Estado, pero a la vez vas a crear un mercado”, explicó el senador.
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Sugiere renunciar al Tratado de estupefacientes
Facetti propuso como idea que Paraguay debería “renunciar al tratado de estupefacientes de las Naciones Unidas, y volver a ingresar inmediatamente, haciendo la salvedad de que la marihuana para nosotros ya no es una droga”.
Con el tratado de estupefacientes de las Naciones Unidas, se refirió a un convenio que firmaron varios países de América Latina, en el que se comprometieron con las Naciones Unidas a considerar ilícitas determinadas sustancias.
Pero, señaló el congresista, si salimos del tratado “eso nos liberará para poder legalizar a las más de 20.000 familias que viven del cultivo de la marihuana y sus negocios conexos, que plantan en parques, bosques y viven de una actividad ilícita que no genera ingresos al Estado”.
“Legalizamos todo eso y tendremos una oportunidad de mercado feroz”, añadió Silva Facetti.
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Licenciatarias no producen, ni tampoco donan porcentaje
En otro orden, recordó que en el 2017 habían hecho la ley del cannabis medicinal, y que ahora están reclamando, porque la ley tenía previsto que las empresas que se vayan a dedicar a este rubro tenían que hacer una donación de 2% de su producción al Estado, ya que el material con el que trabajan es controlado.
“Con una empresa ya iba a ser suficiente para dar cobertura a toda esta gente que necesita el aceite del cannabis, pero hasta ahora todo el mundo peleó por la concesión y aún nadie produjo, salvo Lasca que importa, no produce”, detalló el senador.
Explicó que el principal problema de la ley sobre el cannabis es que no se previó el cupo de licencias.
“El decreto reglamentario del presidente previó cinco, finalmente ampliaron a doce. Pero ninguna de las doce empresas licenciatarias actualmente está produciendo, entonces se creó un vacío porque existe una necesidad de otorgamiento gratuito del aceite a la gente, es caro el tratamiento”, precisó Fernando Silva.
Añadió que hay una lista de inscriptos en el Ministerio de Salud. “Ahora recién Lasca donó al Estado una partida importante de aceite de cannabis, y hay un reclamo para extender ese número de beneficiarios, que ahora son 50”.
Criterios restrictivos para otorgar aceite
Además, el senador lamentó que los criterios con los cuales el Ministerio de Salud otorgó esta asistencia a las personas que necesitan el aceite para mejorar su calidad de vida son muy restringidos.
“La única forma de solucionar esta problemática con un marco jurídico existente, es que el Ministerio de Salud empiece a distribuir en mayor cantidad el aceite medicinal, y para eso debería ser producido ya con las empresas que se comprometieron a producir y no están haciendo nada”, recordó el congresista.
Ahora, a la pregunta de cómo cubrir esa necesidad de la gente, reconoció que es una gran interrogante sin respuesta.
El senador concluyó afirmando que quien consume marihuana “no es una persona violenta”, y de todos modos la consumirá aún con un marco legal nuevo y más restrictivo.
Además, sostuvo que a su criterio, el consumo de cannabis “no disparan las tasas de criminalidad, ni la población se pierde”.